martes, 1 de abril de 2014

Martín Moreno - AMLO va al 2018… “si sigo vivo”

Como Lula en Brasil, intentará ser Presidente en el tercer intento.

Como Salvador Allende, quien ganó la presidencia chilena hasta su cuarta elección, envía el mensaje de que no cesará en su ruta para llegar a Los Pinos.

Andrés Manuel López Obrador ya contendió en dos ocasiones por la Presidencia de México. La primera —2006—, perdió oficialmente… bajo la sombra de la sospecha. Lo separaron de la Presidencia 250 mil votos. El célebre 0.56 por ciento.

En 2012 le faltaron poco más de tres millones de votos para ganar la Presidencia, dando un revés a los encuestadores que pronosticaban un triunfo aplastante de Peña Nieto de “hasta 20 puntos de diferencia”. AMLO hizo una campaña tan inesperada como sorprendente, enviando a un tercer lugar más que merecido a la campaña sin rumbo ni estrategia de Josefina Vázquez Mota.



Hoy, Andrés Manuel López Obrador —amado u odiado; adorado o aborrecido; idolatrado o crucificado—, y más allá de fanatismos delirantes de sus seguidores y aduladores, o de rencores enfermizos de sus críticos y detractores, anuncia que buscará ser Presidente de México en 2018.

“Si vivo, la gente lo pide y mi salud lo permite, estaré en campaña en 2018”, anuncia López Obrador.

¿Lo logrará?

¿Veremos algún día a AMLO en Los Pinos?

Depende de varios factores.

1) Su salud. Recién sufrió un infarto y los médicos le recomendaron mayor reposo. Como el animal político que es, difícil que AMLO les haga caso. Y en este punto se perfilarían dos clases de voto de los indecisos en 2018: el voto benévolo, mediante una suerte de reivindicación o hasta de lástima para un hombre que, a juicio de millones, merece ya una oportunidad de ser Presidente, o el voto de rechazo, porque no se podría confiar en un hombre enfermo que no estaría al cien por ciento de sus capacidades físicas.

2) AMLO y sus errores. Es altamente probable que si López Obrador no hubiera cometido dos errores históricos tras la elección presidencial en 2006 que le costaron haber perdido millones de votos para 2012: el bloqueo de Paseo de la Reforma y haberse cruzado al pecho, de manera caricaturesca, una banda presidencial hechiza ante un Zócalo delirante, tal vez hoy sería Presidente de la República. Haber invadido Reforma fue un abuso desmedido imperdonable. Autoerigirse en presidente legítimo ante la plaza pública reflejó inmadurez, mesianismo y obsesión por un poder no alcanzado. Si AMLO hubiera actuado de otra manera en 2006, le habría alcanzado, seguramente, para triunfar hace dos años. Hoy por hoy, si AMLO ya aprendió de esos errores y es capaz de posicionarse como opción válida y confiable, tendría posibilidades sólidas en 2018.

3) El factor Morena. Este año, sin duda, tendremos nuevo partido político: el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Sí: el partido de AMLO. Su primera gran prueba político-electoral será en las intermedias de 2015. De ganar Morena delegaciones clave —como Iztapalapa—, desplazando en otras al PRD, y si se posiciona favorablemente para 2018 y gana la Jefatura de Gobierno capitalina, y con AMLO gozando de cabal salud, estaría en la pelea electoral.

4) El PRD y su desplome. López Obrador no confía en el PRD y en el PRD no confían en él. Sin embargo —se quiera o no reconocer—, es AMLO el personaje de más peso, influencia y experiencia a la hora de mencionar a candidatos de la izquierda para 2018. Con Ebrard hundido, Los Chuchos desprestigiados, sin figuras políticas perredistas o no perredistas a la vista, es AMLO el que aglutinaría a las fuerzas de la izquierda mexicana. Divididos PRD y Morena irían, seguramente, al fracaso.

Esos son, de momento, algunos puntos a considerar en torno a la ya anunciada candidatura presidencial de López Obrador para 2018.

¿AMLO Presidente?

ARCHIVOS CONFIDENCIALES

EDOMEX Y DF: DE ALTA VIOLENCIA. La realidad brutal aplastó la verborrea de los gobernantes en el Edomex y en el DF. Es el Estado de México líder en homicidios, secuestros y extorsión, ocupando los primeros lugares en delitos como homicidio doloso y robos de vehículos con violencia, de acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP). Ciudad Nezahualcóyotl es el municipio del Valle de México con mayor número de ejecuciones en el último año. El Edomex se ha convertido en territorio abiertamente disputado por cárteles de la droga ante una autoridad rebasada. ¿Y el DF? A la par con Sinaloa o Michoacán en cuanto a denuncias por posesión y venta de drogas (SNSP), mientras sus autoridades se ciegan con el sonsonete cada vez menos creíble de que en la capital “no hay cárteles”. La violencia ha prendido en ambas entidades.

CENSURA. Allí viene. Ya se asoma. ¿No que no?

Fuente http://www.excelsior.com.mx/opinion/martin-moreno/2014/04/01/951611

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