Axioma: Yo soy de izquierda. Soy LA izquierda. Me inscribí en el PRI después de ocurrido el 2 de octubre en Tlatelolco porque a Macuspana no llegan muchos diarios y los que llegaban decían que “los estudiantes habían masacrado a su propia gente”. Así que me inscribí en el Partido Revolucionario Institucional que evitó esa tarde una masacre mayor. Abandoné esa cueva de ladrones, el PRI, cuando no se mocharon, no me hicieron alcalde macuspano ni gobernador de Tabasco, según pedí para seguir en mi alma máter, el PRI. Me negaron las candidaturas a pesar de que compuse, con letra y música, El Arrollador Himno al PRI. Entonces vi mi futuro en el PRD, a donde ya se habían ido todos mis cuates. El único obstáculo era su fundador, Cuauhtémoc Cárdenas, al que debía ponerle una patada. Fue sencillo porque, como dijo su papá: “Cuauhtémoc no otea”… Ni la vio venir.
1. Premisa: Tengo apartada la candidatura a la Presidencia desde 2006, cuando me la robó El Chaparro al que le saco casi un centímetro de estatura. Me la volvieron a robar en 2012, cuando gané sin las dudas decimales del 2006, pero el pueblo bueno se vende por “un chivo que anda por ahí” y unas tarjetas.
2. Premisa: Si alguien más pretende lo que es mío, la Presidencia que reinstalaré en el Palacio Nacional para ocupar las habitaciones de Benito Juárez, está rompiendo la unidad de la izquierda.
Corolario: Sobre la codicia de quien rompa la unidad caiga la derrota de la izquierda y de México, para quien soy “el único rayito de esperanza”.
En algo tiene razón: el panorama dentro del PRD es desolador, ni para dónde ver. Pero no afuera: en la izquierda tenemos mucha gente valiosa. El problema es que no toda quiere llegar a la Presidencia. Pero Patricia Mercado quiere y puede. Habría sido la primera presidenta de México si no le hubiera robado votos el machismo del candidato que dividió el voto de la izquierda.
Y hay más. Uno es Miguel Ángel Mancera, no por completo destrozado por la CNTE pagada con dineros públicos que, si bien salen del gobierno de Oaxaca, éste los recibe de la Federación, pues el estado pone menos del 10 por ciento de sus egresos. La CNTE ablanda a Mancera con dineros aprobados por el PRI. Hum.
La hilarante y jocosa historia de la Nicándida Eréndira y su Nieto desalmado.
Ya no sólo el presidente del PRD, Jesús Zambrano, recorre el mundo pidiendo “no invertir en México” (sic): una tal Eréndira Ibarra, hija de Epigmenio Ibarra, dueño de la productora Argos de la que es socio Carlos Slim, lanza por YouTube un SOS, en inglés para que la entiendan quienes deben, clamando ayuda extranjera para evitar que Slim sufra, con la reforma en telecomunicaciones recién aprobada, verdadera competencia entre proveedoras de telefonía. Slim no es un Steve Jobs o Bill Gates, que modificaron el mundo cotidiano, impensable sin ellos. Le bastó con tener garantizado un monopolio.
“Perdidos somos si no acude la Europa en nuestro auxilio”, gimieron los conservadores hace 150 años, e iniciaron la costumbre de esperar ejércitos liberadores: hoy renovada a falta del modorro levantamiento popular. Pero cometo una injusticia con el emperador: Maximiliano de Habsburgo resultó, en su breve imperio mexicano, un liberal que no hizo todo aquello para lo que la Iglesia católica y los conservadores lo habían traído: no derogó las leyes de Reforma ni devolvió sus tierras a la Iglesia.
¡Ayúdennos! Clama urbi et orbi (en inglés) esta madame Roland, la también revolucionaria que dijo, al pie de la guillotina: “¡Oh, Libertad!, ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”.
No les vaya a ocurrir a estos conservadores como con Maximiliano. Están contra la inversión de capital foráneo; pero no ven mal una Triple Alianza para salvar el monopolio de Carlos Slim. Puede que no lo salven y terminen fusilados.
http://youtu.be/8El2QlwbMZM
Cuentos: El vino de los bravos (y unos tequilas), Planeta.
www.luisgonzalezdealba.com
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Leído en http://www.milenio.com/firmas/luis_gonzalez_de_alba_lacalle/chantaje-ruptura_18_314548565.HTML
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