Agregar leyenda |
Nuestra pobreza puede medirse por el número y suntuosidad de las fiestas populares”.
Octavio Paz
Nada más este domingo 15 de junio partieron de la Ciudad de México 17 vuelos de Aeroméxico a distintos puntos de Brasil. ¿De dónde saca la aerolínea tantos equipos y tripulaciones? Debido a que no cuenta con suficientes aviones de largo alcance, como el Boeing 777 o el 787 Dreamliner, Aeroméxico está utilizando aviones de mediano rango, como el 737. En la madrugada del 16 de junio había cuando menos cuatro aeronaves de la firma en Barranquilla, Colombia, recargando combustible antes de partir para Brasil.
En Fortaleza, donde ayer se llevó a cabo el juego contra Brasil, miles de mexicanos se están quedando en un crucero, el MSC Divina, de estilo italiano. Supongo que esto es consecuencia de la falta de cuartos de hotel en la ciudad. El crucero tiene capacidad para 3 mil 502 pasajeros en ocupación doble. Uno de los pasajeros ha sido el expresidente Felipe Calderón.
Nadie sabe a ciencia cierta cuántos mexicanos vienen a Brasil para la Copa. He escuchado cifras que van desde 20 mil hasta 50 mil. El secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, Fernando Cerrilla, calculaba en mayo que 40 mil mexicanos acudirían a Brasil 2014. “La FIFA nos comentó que México es el país que por el momento lleva más aficionados”. En el juego México-Brasil, de hecho, el cálculo de Cerrilla era que habría 14 mil 600 mexicanos.
En 2010 acudieron 309 mil visitantes extranjeros a la Copa de Sudáfrica. El contingente mexicano fue uno de los más numerosos a pesar de la distancia y de la crisis económica de 2009. En Brasil 2014 el contingente mexicano puede ser el más nutrido proveniente del extranjero. La cerveza Corona se vanagloria de haber traído ella sola a más de mil mexicanos a través de promociones. Roshfrans y otras empresas privadas traen contingentes de vendedores estrella, distribuidores y clientes importantes.
¿Por qué siguen viajando los mexicanos a las Copas del Mundo? No es como si la selección nacional generara grandes satisfacciones con sus triunfos. México no es ya el hazmerreír de las Copas del Mundo, como fue de 1930 a 1966, cuando en seis Mundiales sólo se ganó un partido (en 1962), pero tampoco es un equipo ganador.
Quizá al mexicano le gusta más la fiesta que a cualquier otro pueblo. De hecho, vemos cómo los equipos de futbol de países desarrollados atraen a grupos relativamente reducidos de seguidores al Mundial. Quizá son tan fanáticos del futbol como los mexicanos, pero no se gastan una pequeña fortuna en asistir a la Copa del Mundo.
Escribo este artículo antes de acudir al juego México-Brasil. No me hago ilusiones acerca del resultado (que usted ya conoce). Desde cualquier punto de vista Brasil es un equipo más poderoso que México. Pero en el encuentro Brasil seguramente no contó con la ventaja abrumadora de una localía indiscutible. Catorce mil 600 seguidores hacen bastante ruido.
Por lo pronto la fanaticada mexicana ha ido dejando huella en las Copas del Mundo. La ola, que tomamos de la que se hacía en el estadio de los Halcones Marinos de Seattle del futbol americano, fue llevada a los Mundiales por mexicanos. Hoy en buena parte del mundo se la conoce como la “ola mexicana”. También el hechizo que lanzan los mexicanos antes del despeje de un portero rival, y que termina con el sonoro grito de “Puuutooo”, lo estamos viendo en Brasil en juegos en los que no participa la selección mexicana.
El mundo empieza a acostumbrarse al característico fanático mexicano de futbol con sus camisetas verdes (a pesar de que el equipo se vista de naranja o negro), sus máscaras de luchador, sus disfraces del Chavo del 8 y sus sombreros de charro. Pero sobre todo por el entusiasmo que no apagan ni siquiera las derrotas.
LOS VISITANTES
Según la FIFA el 70 por ciento de los fans que acudieron a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 visitaban el país por primera vez. El 56 por ciento dijeron que el torneo era la única razón de su visita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.