martes, 19 de agosto de 2014

F Bartolomé - Templo Mayor


COMO TEIBOLERA a la que de pronto le quitan el tubo, así se quedó el diputado panista Marcos Aguilar con la cancelación de la plenaria de su grupo parlamentario en Querétaro.

EL LEGISLADOR es uno de los más cercanos al defenestrado Luis Alberto Villarreal, al grado de que es conocido como uno de los operadores del moche que caracteriza a la bancada.

EN BUENA MEDIDA la reunión de los diputados albiazules se iba a llevar a cabo en esa entidad porque querían que sirviera de marco para destapar a Aguilar como "el bueno" a la alcaldía de la capital queretana.










ALLÁ en la tierra donde lo único que no se llama Josefa Ortiz de Domínguez es el Estadio Corregidora, se dice que Villarreal le encomendó a su muchacho la logística del aquelarre.

DE AHÍ QUE ahora Aguilar anda cancelando privados (para las juntas), tubos (para las carpas) y bailes (pero regionales, no sean malpensados).




QUE EN una sola noche sean arrestadas en el DF 920 personas, resulta sorprendente. Pero que en dos días, las autoridades capitalinas hayan detenido a 2 mil 800 en total, mínimo requiere una explicación o un aplauso, de ser el caso.

Y ES QUE los supuestos resultados del Operativo Rastrillo del fin de semana, como que provocan algunas dudas, empezando por qué causó tal incremento en el número de detenciones.

TANTO el procurador Rodolfo Ríos, como el jefe de la Policía, Jesús Rodríguez Almeida, han dicho que la mayoría de los aprehendidos fue por infracciones cívicas, aunque varios sí ameritaron ser presentados ante el Ministerio Público.

SIN EMBARGO, hoy por hoy, no se sabe exactamente a dónde fueron remitidos todos esos detenidos, qué cargos se les fincaron y, sobre todo, ¡qué diablos está pasando!

UNA DE DOS: o de verdad ahora sí se quiere poner en orden a la capital... o alguien se hizo bolas con las cifras.




EN ESTOS DÍAS se cumplen 15 años de la reforma constitucional que le dio autonomía a la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Sin embargo, hay quienes dicen que no hay mucho qué celebrar.

DE ENTRADA, dicen, porque el ombudsman Raúl Plascencia parece más interesado en aprovechar la efeméride para darle vuelo a su campaña para reelegirse al frente de la Comisión.

Y, EN SEGUNDO LUGAR, porque al propio Plascencia como que se le da muy bien eso de andar muy cerca de las autoridades, en lugar de ser su incómoda conciencia, por lo que sus críticos nomás no ven dónde quedó la autonomía.

ASÍ QUE, con todo y que el funcionario quisiera que le llevaran mariachis, a ver si no le gritan... ¡mariachi!




DICEN QUE en la Profeco más de un funcionario anda nervioso con la investigación sobre los pitazos a los gasolineros, a fin de que libren las revisiones sobre venta de combustible.

QUIÉN SABE por qué se comenta que a quien le vendría bien una taza de té de tila es a Tomás Manuel Sánchez Robles, director general de Verificación de Combustibles de la Procuraduría Federal del Consumidor.

SEGURAMENTE algo debe saber sobre el tema este cirujano dentista, ex funcionario del DIF mexiquense y muy cercano al ex procurador Humberto Benítez Treviño.



Leído en http://www.am.com.mx/leon/opinión


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