La Bella Durmiente cierra los ojos pero no duerme.
Está esperando al príncipe.
Y cuando lo oye acercarse, simula un sueño todavía más profundo.
Nadie se lo ha dicho, pero ella lo sabe.
Sabe que ningún príncipe pasa junto a una mujer que tenga los ojos bien abiertos.
FIN
Fingir ingenuidad, para atrapar un príncipe que invariablemente se convertirá en sapo. Ja.
Leído en http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/denevi/md.htm
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