“Ahorra un poco de dinero cada mes y te sorprenderá al final del año qué tan poco tienes”.
Ernest Haskins
Hace algunas semanas una joven me preguntó en qué instrumento podía ahorrar una cantidad pequeña, de unos 2 mil o 3 mil pesos al mes, para irse preparando para el futuro. Después de considerar las diferentes opciones tuve que decirle que lo mejor sería comprar dólares en efectivo.
Pero aun así, añadí, perdería algo de su ahorro. Quizá el mejor consejo es decirle que gaste todo lo que reciba.
Los mexicanos no ahorramos. Éste ha sido siempre uno de los grandes obstáculos a nuestro desarrollo económico. Pero si con anterioridad podíamos atribuir esta situación a un problema cultural, hoy debemos responsabilizar a las políticas del gobierno y el Banco de México.
Los ahorradores mexicanos recibimos actualmente un rendimiento negativo por el dinero que colocamos en los bancos. Con el simulador de inversiones de HSBC en internet he calculado, por ejemplo, que un pagaré de 365 días de 100 mil pesos genera un rendimiento de 2.01 por ciento anual que equivalen a 2,037.92 pesos por año.
Como la inflación se encuentra en 4.07 por ciento (julio), el dinero depositado perderá un 2.06 por ciento de su poder adquisitivo en el año. El interés que tendrían que darme los 100 mil pesos para mantener su poder de compra debería ascender a 4,070 pesos anuales.
Así, al “ahorrar” 100 mil pesos pierdo 2,032.08 pesos al año.
Como si esa pérdida no fuera suficiente, Hacienda retiene a los ahorradores un impuesto, como si el rendimiento fuera positivo. Del interés bruto que recibe la inversión de 100 mil pesos en un pagaré a un año, el gobierno se queda con 600 pesos por concepto de Impuesto Sobre la Renta.
El rendimiento que resta es de sólo 1.44 por ciento sobre el capital, lo cual equivale a 1,437.92 pesos en un año. La pérdida de poder adquisitivo del ahorro de 100 mil pesos en un año asciende así a 2,632.08 pesos.
Es verdad que los ahorradores de mayores recursos, los que presentan declaraciones anuales, pueden recuperar el impuesto un año después. Pero de manera muy injusta Hacienda se queda con lo retenido a ahorradores de menos recursos, aquellos que no presentan declaración anual.
Hay que añadir ahora la drástica reducción de la deducibilidad de los fondos de inversión para el retiro por la reforma hacendaria. Parecería que la política fiscal está hecha para castigar el ahorro.
Mientras se mantengan reglas que hacen que los ahorradores pierdan dinero de manera sistemática, el ahorro de los mexicanos permanecerá en niveles muy bajos. Según el Banco Mundial nuestro país registraba en 2012 un ahorro bruto de 22 por ciento del Producto Interno Bruto.
En contraste Corea del Sur tenía 35 por ciento y China 51 por ciento.
¿Por qué es importante contar con un ahorro sustancial en una economía en desarrollo? Porque éste se traduce en capital para la inversión productiva. Una de las razones que explican las altas tasas de crecimiento de China y Corea del Sur es precisamente su gran ahorro, el cual financia inversiones sin necesidad de depender de capitales externos.
Del ahorro que generamos en México una parte importante proviene de las Afores. En este 2014 el dinero reunido en las cuentas individuales representa 12.9 por ciento del PIB según la Consar. Pero de poco sirve haber hecho un esfuerzo tan importante para generar este monto, cuando las reglas están hechas para socavar el ahorro voluntario.
No podemos pedir a los mexicanos que ahorren más si el gobierno castiga el ahorro. Necesitamos políticas que permitan que preserve su valor o lo incremente. De otra manera tendremos que seguir dependiendo de capitales externos y acostumbrarnos a no crecer.
Cese al fuego
Es “un cese al fuego completo e ilimitado en el tiempo”. Esperemos que sea el inicio de una paz duradera en Gaza. La guerra ha sido de una enorme crueldad. Habrá que ver si Israel y Hamas se abstienen realmente de intercambiar agresiones.
Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=259265
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