Hace dos años sucedió lo que pocos creíamos y muchos nos negamos a creer, el dinosaurio volvió a la vida, se dijo que venia regenerado, que su política era diferente, que era el “nuevo” dinosaurio, que el país crecería a un ritmo nunca antes visto.
Desgraciadamente las cosas volvieron a ser como eran antes, la corrupción volvió a adueñarse de nuestro país, la inseguridad se volvió tan feroz que grupos de delincuentes tienen bajo su dominio a algunos estados de la república mexicana sin que las autoridades de los tres niveles de gobierno puedan o por lo menos intenten hacer algo.
Volvieron aquellos ayeres cuando el dinosaurio mentía al pueblo en forma descarada, cuando el dinosaurio incapaz de saber gobernar con justicia, inteligencia y honor prefería acabar con movimientos sociales y con verdaderos líderes del pueblo, antes que gobernar para el bien común.
Regresaron esos días cuando el dinosaurio pactaba con delincuentes, con violadores, con narcotraficantes, con verdugos del pueblo, etc.,
Lo peor, es que regreso con nuevos aliados, aliados tan poderosos que su trabajo es confundir al pueblo, aliados que arropados en la falsa bandera de la democracia no hacen más que encaminar al pueblo a las asquerosas fauces del dinosaurio, aliados tan cobardes que cuando el dinosaurio volvió a gruñir ellos se escondieron en el terrible ruido del silencio, esos aliados que vistiendo otras pieles nunca dejaron de arroparse con las escamas del viejo dinosaurio y como recompensa recibieron un partido para que sigan viviendo del pueblo....
Y las preguntas de siempre ¿hasta cuando despertara nuestro pueblo?, ¿donde quedaron la valentía, el honor y el patriotismo de los mexicanos?, ¿donde están esos valientes que heredaran el
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