lunes, 22 de septiembre de 2014

Pablo Hiriart - Eliminar al PRI

Gustavo Madero es un mar de contradicciones. En los festejos del 75 aniversario del PAN, hizo una crítica a los gobiernos de su partido por no haber acabado con el priismo.

Si esa era la prioridad, ¿por qué le dio oxígeno al priismo al apoyar, promover y votar las reformas estructurales que planteó el gobierno del PRI?

Si la prioridad era y es acabar con el priismo, ¿por qué firmó y presidió el Pacto por México?

Madero, según dijo en su momento, lo hizo pensando en el bien de México. Luego entonces, hay prioridades.

Primero están México y los mexicanos, luego los pleitos entre partidos. Correcto. Pero entonces, ¿porqué Madero critica a las administraciones pasadas de Fox y Calderón que no acabaron con el priismo?








En democracia nadie se puede proponer eliminar a nadie. Vencerlo sí. Pero eliminar al adversario, como habla Madero –después de haber apoyado al gobierno priista en el proceso de reformas– es un arranque totalitario.

Y si a lo que se refiere Madero es a eliminar una suerte de “cultura priista”, ¿por qué hizo ganar a Malova la gubernatura de Sinaloa?, ¿o a Gabino Cué la de Oaxaca?

El presidente del PAN dice que su partido va a regresar al poder en 2018, para eliminar al priismo, pues “se lo debemos a los mexicanos”.

Está soñando. Han trabajado para que suceda exactamente lo contrario.

Como pintan las cosas al día de hoy, si hay alternancia, ésta se va a dar a la izquierda y no a la derecha.

Los panistas ni siquiera van a sacar provecho de las reformas que apoyaron, porque están empeñados en destruirse entre ellos.
Tampoco van a poder acorralar al PRI por el lado de la reforma fiscal, porque han perdido autoridad moral ante la ciudadanía.

Con hechos han demostrado que son iguales o peores que aquellos que combaten.

Cuando van a sacar la cabeza para lucir una reforma o torpedear una medida impopular del gobierno como es subir impuestos, les estalla un escándalo de faldas, de dinero, o de racismo, del cual se tienen que ocupar.

Decir panista ya no es sinónimo de rectitud, legalidad y congruencia. Eso pasó a la historia.

El gobierno no ha tenido que desempolvar un solo expediente judicial para exhibir al panismo. Y no porque no los haya. Todos los sabemos, pues están acreditados por la Auditoría Superior de la Federación.

Medicinas compradas a sobreprecios en el ISSSTE; adquisición de equipos de cómputo multimillonarios en el IMSS que no sirvieron para nada; la Estela de Luz, construida a un costo que triplicó lo proyectado, con material de inferior calidad y ejecución de un porcentaje mínimo de la obra planeada y pagada; la impunidad en el caso de la guardería ABC; Oceanografía; Lotería Nacional; Pronósticos Deportivos y sus resultados arreglados; permisos para casinos que tocan a altos dirigentes del PAN, etcétera.

Ni un solo expediente ha tenido que sacar el gobierno para castigar al PAN. Se han castigado solos, porque los panistas se han convertido en los peores enemigos de los panistas.

¿Van a regresar a Los Pinos en 2018?

Han hecho méritos para que ello no suceda. Son un mar de contradicciones y se están autodestruyendo.

Van para el tercer lugar, salvo que ocurra algo extraordinario con la aparición de Morena y se vayan al cuarto sitio.

Twitter: @PabloHiriart



Leído en http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/eliminar-al-pri.HTML

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