jueves, 25 de septiembre de 2014

Sergio Sarmiento - Moralismo verde

"La indignación moral no es más que celos con un halo”.

H.G. Wells

El Partido Verde se ha quitado la máscara pero no quiere que nadie se quite la ropa. El diputado Jesús Sesma, líder de la agrupación en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, pretende prohibir los bailes con personas desnudas o semidesnudas y los espectáculos eróticos en general. Revela un talante moralista y autoritario que la sociedad debe rechazar.

Toda persona tiene derecho a su código ético. Si lo viola o no, es algo que debe dirimir con su conciencia o, si acaso, con su familia. La moral no puede ser la obligación a sujetarse a normas convencionales impuestas por la Iglesia o por el Estado; “pertenece siempre al reino de la libertad, no al del control”, como señaló Fernando Savater en El arte de vivir. Incluso la Iglesia Católica, que no es precisamente liberal en el campo de la moral, reconoce que sin el libre albedrío no puede haber moral.








Para los moralistas, sin embargo, el control de la conducta de los demás es una tentación irresistible. Les molesta que alguien tenga reglas distintas a las suyas. Les inquieta que quiera gozar lo que ellos mismos se prohíben. Están siempre listos a cuestionar o insultar a la chica que utiliza una falda demasiado corta o un escote demasiado amplio. Se persignan con escándalo al pasar frente a un table dance.


El Estado no tiene derecho a emplear su fuerza coercitiva para aplicar reglas de moral. El gobierno iraní condenó recientemente a seis jóvenes a sufrir 91 latigazos y seis meses de cárcel por bailar la canción “Happy” de Pharrell Williams en una azotea de Tehrán; la sentencia fue suspendida por presión internacional, pero con la amenaza de que se aplicará si los jóvenes reinciden en su inmoral conducta. A muchos en México nos parece una barbaridad esta sentencia en Irán, pero la misma indignación deberíamos sentir cuando un político mexicano amenaza con castigar a quien baile desnudo, a quien lo vea o a quien sea dueño del local.

Quizá el tema parezca ya zanjado. La campaña moralista que ha encabezado en la Ciudad de México la fiscal Juana Camila Bautista ha llevado al cierre de virtualmente todos los centros de table dance. Si bien la ley no prohíbe explícitamente esta forma de entretenimiento, la fiscal se ha encargado de hacerlo: “Cuando es exhibicionismo erótico y hay un beneficio económico para el explotador, desde luego que está prohibido”, ha dicho. El diputado Sesma busca ahora cerrar la puerta a cualquier posibilidad de que un ciudadano pueda tener un momento de entretenimiento erótico.

Parte del problema es una ley general aprobada en 2012 que se presentó como medida para combatir la trata de personas y que obtuvo así el apoyo de todos los partidos y de mucha gente común y corriente. ¿Quién podía oponerse a una ley contra la trata? La ley, sin embargo, combate con penas de 15 a 30 años de prisión no sólo la trata sino “la prostitución, la pornografía, las exhibiciones públicas o privadas de orden sexual” (artículo 13).

Tiene razón la fiscal de la moral cuando dice que el exhibicionismo erótico está prohibido. Muchos abusos se han cometido ya por esta ley. Meseros, guardias de seguridad, boleteras y bailarinas han sido consignados. El diputado Sesma quiere, sin embargo, colgarse una medalla adicional para avanzar su carrera política al prohibir concretamente el table dance. Supone que una sociedad moralista le aplaudirá y le dará votos aunque se violen los derechos de quienes tienen otro código moral.

Si el diputado Sesma se molesta ante el erotismo, si no le gusta ver bailarines desnudos o semidesnudos, que se abstenga de entrar a un table dance o a la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM. Pero no tiene derecho en una sociedad libre a castigar a quienes gusten de bailar “Happy” con ropa o sin ropa.

También Eruviel
Con motivo de su informe, Eruviel Ávila, el gobernador del Estado de México, ha inundado también los medios de comunicación con anuncios y desplegados. ¿Será que político que no usa los recursos del erario para promoverse no sale en la foto?




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