Dan T - ¿Y estos son los buenos?

El otro día fui a cenar con un amigo y le dijo al mesero: “Tráigame dos pastores de taco”. El mesero puso cara de sorprendido y mi amigo le explicó riéndose que tenía dislexia y a veces se le cruzaban las palabras o las letras. El mesero entendió y nos comentó que a él le pasaba algo similar:

–¿A usted también se le revuelven las palabras?

–Sí, caray. Fíjese que hoy en la mañana estaba con mi mujer y en lugar de decirle “pásame la sal”, le dije: “Me arruinaste la vida, hija de tu madre”.

Algo así creo que nos pasa a los capitalinos. Fuimos el domingo a las urnas a elegir a los constituyentes y, sospecho, salimos con una banda de ladrones e inútiles a cuestas. ¿No me crees? Basta con echarle un ojo a la lista de quienes llegarán a la Asamblea Constituyente gracias a nuestros votos... y nuestros impuestos.











Empecemos con Morena, que es el partido político que más lugares tendrá en la nueva asamblea. Para empezar tenemos a Irma Eréndira Sandoval, una señora que se supone que es investigadora en cuestiones sociales, pero que en realidad es parte de una familia de caciques políticos de izquierda. Su padre Pablo Sandoval Ramírez, un sindicalista de Guerrero que llegó a diputado federal del PRD; y su hermano es Pablo Amílcar Sandoval, que lleva varios años viviendo a la sombra de AMLO, al grado que fue candidato a gobernador de Guerrero y obtuvo la fabulosa votación de 2 por ciento.

Luego aparece Bertha Luján, una supuesta luchadora de izquierda que López Obrador hace una y otra vez candidato... ¡y siempre pierde! También aparece la finísima Clara Brugada, quien fuera delegada de Iztapalapa gracias al no menos fino Juanito. La lista la complementan la hermana de los constructores del segundo piso del Periférico, así como algunos actores, escritores y activistas que no sabrán mucho de leyes, pero qué buen desmadre echan.

Por parte del PRD la cosa no mejora. Hay varios periodistas que nadie entiende por qué los invitaron, pero ahí están. Uno de los más repugnantes es uno al que apodan “El Patán” (por algo será). También Jesús Ortega el fundador de “Los Chuchos”, la tribu que se apoderó del PRD y lo llevó a la desgracia. Luego está José Manuel Oropeza, al que nadie conoce, pero que en realidad es la tapadera de René Bejarano.

Con los panistas, también está para llorar pues en primer lugar aparece Santiago Creel, que quiso ser jefe de Gobierno y no llegó; quiso ser presidente y tampoco se le hizo. Luego están varios representantes de ese PAN mocho, cerrado y cavernario como Mauricio Tabe, Kenia López, Carlos Gelista y María Teresa Gómez Mont, quienes tampoco saben cómo escribir una Constitución, pero sí cómo rezar el rosario.

De los priistas no hay nada bueno qué decir, porque como sabían que iban a ser barridos postularon a puros desconocidos de medio pelo. El que llega con la cabellera completa es Gabriel Quadri, ese señor que se acomoda al son que le toquen, siempre y cuando le paguen una buena lana. Él será el representante de Nueva Alianza, partido al que llegó besándole la mano a Elba Esther Gordillo.

Y, claro, de parte del Partido Verde no se podía esperar menos: el que llega es Luis Alejandro Bustos, un abogado de Televisa que irá a cuidar los intereses de sus patrones, no de los ciudadanos.

Si esos son los buenos, imagínate cómo son los malos.

¡Nos vemos el martes!



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