miércoles, 30 de noviembre de 2011

Banderas que alimentan crímenes por Jorge Fernández Menéndez



Nepomuceno Moreno Muñoz, un hombre de 56 años, que participó en el movimiento de Javier Sicilia y que estaba buscando a su hijo Jorge, de 19 años, que a su vez había sido secuestrado en Ciudad Obregón junto con otros tres jóvenes y que está desaparecido desde entonces, fue asesinado el lunes en Hermosillo. Nepomuceno acusaba a la Policía Ministerial de haber secuestrado a su hijo y decía contar con pruebas para ello: con el celular de su hijo, decía, aunque no tenía las pruebas de ello, se habían realizado tres llamadas desde las oficinas de la policía investigadora de Obregón.

El asesinato de Nepomuceno, un hombre muy mediático, y el secuestro de su hijo, son injustificables, deben ser perseguidos y castigados. Pero llama profundamente la atención que, sólo como un pie de página, se consigne que Nepomuceno acababa de salir de la cárcel, hace apenas un año y medio, cuando fue secuestrado su hijo Jorge. Que había cumplido condena por haber asesinado a una guardia de seguridad de un condominio donde había ingresado con otros hombres para atacar, con rifles de asalto, una residencia. Fue detenido en el lugar y el momento de los hechos. No es un dato menor: Nepomuceno tenía todo el derecho del mundo de buscar a su hijo, pero no sé si en realidad era un activista, en el fondo, conociendo la historia, queda la sospecha de que todo se trató de un ajuste de cuentas entre grupos criminales. Quizá por eso, algunos de estos grupos jamás condenan a los criminales, pero siempre sí a las autoridades que los combaten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.