En su crónica de ayer en MILENIO, Jesús Alejo bien lo advirtió:
“La personalidad de Fernando Vallejo suele ser provocadora: provoca a la Iglesia, al sistema político y a la misma civilización…”.
Por eso, escribió, “no fue extraño que, tras recibir el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, siguiera con sus críticas, ahora contra el presidente de México, Felipe Calderón, a quien señaló como un personajeindigno del puesto que ocupa”.
¡Gulp!
Autor de El desbarrancadero (Premio Rómulo Gallegos de 2003), Mi hermano el alcalde, El don de la Vida y La virgen de los sicarios; o de los ensayos “La tautología darwinista”, “Manualito de imposturología física” y el desternillante “La puta de Babilonia”, Vallejo estuvo exultante en Guadalajara.
Proclive a subirse al ring cuando se siente o se sabe agraviado (como se evidencia en su innecesario alegato contra la descocada denuncia que se levantó en su contra en la Corte Interamericana de Derechos Humanos), Calderón debiera tomar la descarga de Vallejo con el mismo desparpajo con que el escritor soltó generalidades tan debatibles como la de que “no puede presidir el destino de 110 millones de personas porque no es nadie ni ha hecho nada por México, sino es un vivo de la política. Él, como su antecesor (Vicente Fox), se apoderó de un partido limpio, como era el PAN; de sus posibilidades electorales, y dejaron impunes todos los delitos, todo el saqueo, todo el envilecimiento que el PRI provocó a México en 70 años…”.
Colombiano de nacimiento, Calderón hizo mexicano a Vallejo en 2007, otorgándole carta de naturalización. Y qué bueno, pese a que el paisano reciente, sin atinarle a nada, rafagueó: “El PRI, ¿qué ha sido?; el PRD, ¿qué es?; el Partido Verde, ¿qué es?, y el PT, ¿qué es? Y el PAN, que era limpio, ¿en qué se está convirtiendo?”.
Refiriéndose a Fox y Calderón, afirmó que “ellos dos son alcahuetes de todos los delitos del PRI, y son unos vivos de la política, de lo que llamo aprovechadores públicos…”.
Por fortuna para los aludidos, pero igualmente calumnioso, Vallejo se fue también sobre Andrés Manuel López Obrador:
“Estamos al borde de tener uno de esos, de tener otro Chavecito en México, y entonces sí, vayan preparándose para el desastre en grande, para que vuelvan esto una cárcel como en Cuba…”.
Si de políticos no dejó títere con cabeza, de la Santa Madre no dejó cura con sotana:
Ante la visita que hará Benedicto XVI al cerro del Cubilete, recordó que Juan Pablo II vino cinco veces a México, pero sólo “a azuzar la paridera. Durante los 26 años de su pontificado, se le aumentó a la población de la Tierra en 2 mil 200 millones. La Iglesia defiende un óvulo fecundado por un espermatozoide, pero sí permite que acuchillen a las vacas y a los corderos, que sí tienen sistema nervioso; ahí sí no levantan la palabra. Si ha habido una empresa bien criminal en México, es el cristianismo…”.
¡Chíngale pues!
Vallejo, el gran Fernando Vallejo, es como es y quien es, aunque no faltará quien, pese a la advertencia de Jesús Alejo, caiga en tan evidentes y jocosas provocaciones.
Lo mismo en http://impreso.milenio.com/node/9069869
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