Sus dos figuras más representativas evitaron que el PRD se hundiera más aún por su crónica incapacidad para resolver elecciones internas, su destreza especial para crear cochineros y la pérdida, el domingo reciente, de su último reducto.
Bastó que la dirigencia hiciera política para, de un solo golpe, ganar la delantera en el proceso hacia 2012, porque ya tiene candidato, logró la unidad y anuncia un frente amplio.
En contraste, el presidente nacional y la secretaria general del PRI trampearon los términos de la convocatoria hecha por la Comisión Nacional de Procesos Internos para permitir el uso de las viejas y ominosas cargadas, con lo que se resquebraja lo mejor que ese partido mantenía: la unidad.
La propuesta evitaba que los servidores públicos priistas, los que ejerzan cargos de elección o liderazgos partidistas “tiraran línea”, lo cual no fue respetado en el emplazamiento firmado por Humberto Moreira y Cristina Díaz.
A estas alturas, pues, se abrió el portón a las denuncias por algo grave: inequidad.
Lo mismo en http://impreso.milenio.com/node/9062782
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.