Consumida la quinta de las seis copas de su periodo gubernamental -“aún le cuelga para que termine”, expresó recientemente Calderón, con lo que denota que ya no quiere queso sino salir de la ratonera- le queda un año para tratar de mejorar la percepción que la sociedad tiene de su gobierno y de su actuación. ¿Lo logrará? Es más fácil que Gallos de Querétaro gane la Liguilla a que don Felipe mejore en la apreciación de los ciudadanos.
A las pruebas de Consulta Mitofsky me remito. La precitada empresa demoscópica recién emitió la evaluación del quinto año de gobierno de Felipe Calderón con los siguientes resultados:
El 82% de los mexicanos opina que la economía hoy es peor que la de hace un año. (El 18% restante está formado por funcionarios públicos de alto nivel, narcoempresarios, los 43 nuevos notarios coahuilenses amigos de Humberto Moreira, los prestanombres de este sujeto, los familiares del prófugo Néstor Moreno -éste no pudo ser entrevistado-, los defraudadores de la Comisión Federal de Electricidad y los jueces coludidos con ellos, las 300 familias más ricas de México, los magistrados de la Suprema Corte, los del Tribunal Electoral del Poder Judicial y los 15 magistrados del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal que este año -motu proprio: expresión latina que significa sólo por sus cojones- decidieron darse doble aguinaldo que sumado a su sueldo mensual hará que en diciembre cada uno reciba 496,300 pesos. -Santa Claus existe, declaró José Raúl Armida Reyes, titular del organismo).
En cuanto al rubro de la política, la aludida evaluación de Mitofsky nos proporcionó dos noticias, una buena y una mala: la mala es que 76% de los encuestados considera que hoy vivimos peores momentos políticos que en el 2010. La buena es que el mismo porcentaje piensa que vivimos mejores momentos políticos que los que se pronostican para el 2012.
Por lo que respecta a la inseguridad, ocho de cada 10 mexicanos consideran que la inseguridad ha empeorado. Los otros dos que forman la decena trabajan para el crimen organizado y/o las fuerzas de seguridad del Estado.
Al terminar su quinto año de gobierno, el presidente Calderón logra la aprobación de 54% de sus gobernados. Este porcentaje es el más alto que obtiene durante el 2011. Al promediar cada año, su evaluación se mantuvo, durante los tres primeros años, arriba de 60%; el cuarto año en 54% y aun faltando diciembre su promedio en el 2011 es de 51 por ciento. La desaprobación de 45% muestra el nivel de división de opiniones que existen en el país sobre la labor presidencial. Prácticamente durante todo el 2011, podemos decir, que una mitad lo aprueba y la otra lo desaprueba. (Para no haber entrenado no es malo el empate).
La caminera
¿Cómo llegaron los antecesores de Calderón a la última copa -la caminera- de su mandato?
En índices de aprobación: Carlos Salinas logró 81%, Zedillo 64% y Fox 59 por ciento.
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