Ricardo Alemán |
Porque en la recta final de la contienda, la aspirante azul habría mostrado su mejor rostro político electoral, al tiempo que errores continuos habrían desfondado al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, quien pese a su reconocida mitomanía electoral --porque insiste que puntea en las encuestas--, podría terminar en la tercera posición.
¿Y de qué depende que, al final de cuentas, la señora Vázquez Mota se afiance en la segunda posición?.
La respuesta parece elemental. Josefina podría seguir recuperando terreno, si es que continúe con la estrategia que puso en marcha durante y después del segundo debate presidencial. ¿Y cual es esa estrategia?. Que decidió vincular su propuesta de gobierno, con el gobierno del que es producto; el de Felipe Calderón.
Y es que, les guste o no a los simpatizantes de Acción Nacional y a otros observadores, lo mejor que tienen para "venderle al electorado", es la exitosa gestión de Felipe Calderón, sobre todo en el resbaloso terreno de la estabilidad económica, que ha sido reconocida, incluso, por las 20 naciones más desarrolladas del orbe, que --apenas hace horas--, concluyeron su encuentro en Los Cabos.
Resulta que uno de los grandes aciertos de la señora Vázquez Mota durante el segundo debate, fue precisamente vincular su propuesta de gobierno, con la cara exitosa del gobierno de Calderón. Esa estrategia fue llevada a las plazas y a los spots, donde fue contrastada con las recurrentes crisis que padecimos los mexicanos, y que aún están en la memoria de mexicanos de 40 años para arriba.
Ese acierto --y no el chabacano recurso del "cuchicuchi"--, detonaron la recuperación que experimenta en todas las encuestas la candidatura del partido en el poder presidencial. Aún así, el tiempo ya no le alcanzará a la candidata del PAN, que se quedará con un segundo lugar, que será determinante para la estabilidad del nuevo gobierno.
Pero al acierto de la derecha se debe sumar la cadena de errores y horrores cometidos por el candidato de las izquierdas, el señor López Obrador. A los ojos de todos están errores como el del "pase de la charola", que documentó de manera incuestionable El Universal, y que fue explicado por AMLO y sus estrategas con un recurso viejo, desgastado y que, en el extremo, ofende a la inteligencia de los votantes: el de culpar al mensajero y decir que se trata de un complot en su contra.
Luego vino la presentación en el programa Tercer Grado, en donde AMLO mintió de manera flagrante, no sólo al presumir que iba arriba en las encuestas, sino al descalificar las cifras oficiales y exhibirse como un verdadero mesías. A ese error le siguió el tropiezo del segundo debate, en donde quiso aparecer como un monje de la política, cuando todos saben que es un fajador callejero. En los dos foros más importantes –por su nivel de audiencia--, AMLO decepcionó al presentarse con una careta que, todos saben, no es la propia.
Todo eso se produjo en medio de otro acto fallido, que lastimó a no pocos los luchadores de la vieja izquierda, cuando AMLO apareció en la plaza de Las Tres Culturas para apropiarse de la conmemoración de la matanza del 2 junio. Nadie le dijo que ese acto ofendió a viejos militantes de las izquierdas que lo identifican, a AMLO, como representante del "echeverriismo tardío". ¿Por qué?.
Porque pregona que el suyo es un "necesariato electoral", porque su propuesta es populista, y porque lo siguen los herederos de Echeverría. Y hace apenas unas cuantas horas –por si faltara algo--, se destapó un nuevo escándalo. Se confirmó que AMLO y su claque metieron la mano en el movimiento estudiantil #Yosoy132 que, como todos saben, enarboló las banderas de AMLO y se presentó como el más poderoso instrumento contra Enrique Peña Nieto.
De esa manera, todo indica que, al final de cuentas, el segundo lugar será ocupado por la candidata del PAN. ¿Y que importancia tiene que la señora Vázquez Mota ocupe la segunda posición, en las preferencias electorales, luego del 1 de julio?.
En realidad sería lo mejor que le pudiera pasar al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto. ¿Por qué?.
Porque Josefina y el PAN podrían ser el aval de la victoria del priísta, al reconocer –la noche del 1 de julio--, el resultado electoral. De esa manera, si la candidata que alcanza la segunda posición reconoce la limpieza del proceso, entonces habrá desactivado la tentación golpista de AMLO. Y claro, le habrá pagado el favor, de 2006, al PRI. Al tiempo.
Leído en: http://www.ricardoaleman.com.mx/index.php/itinerario-politico/2012/junio/2839-josefina-aval-del-triunfo-de-pena-
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