domingo, 12 de agosto de 2012

UN POEMA DE:

José Julián Martí  y Pérez
(1853-1895)


La niña de Guatemala.

Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterraron
en una caja de seda...

Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...

Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.

Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -!la frente
que más he amado en mi vida!...

Se entró de tarde en el río,
la saco muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo se que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.

María García Granados
"dicen que murió de frío, yo se que murió de amor..."









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