Ciro Gómez Leyva |
Un extraordinario asesor, buen amigo, suele repetir que en México nadie se toma la molestia de leer los documentos sobre los temas a debate. De una nota periodística, en el mejor de los casos, aunque a veces simplemente a partir de algo que escuchó en la radio o rebota en las redes, se pasa a la disertación y el juicio.
Parece que es lo que está ocurriendo con el caso de la “inmunidad” al expresidente Ernesto Zedillo por su presunta responsabilidad en la matanza de 45 personas en Acteal, Chiapas, en diciembre de 1997.
En México, la “inmunidad al exPresidente” se ha traducido como “impunidad para Zedillo”.
No es así y queda claro en el documento de dos hojas que el asesor legal del Departamento de Estado de Estados Unidos, Harold Hongju Koh, envió el 7 de septiembre al juez Stuart Delery, quien determinará si acepta o no la petición de “inmunidad” para Zedillo que solicita el gobierno de Washington.
Vale la pena leerlo. En primer lugar, para comprender que Zedillo no pidió “inmunidad”, sino que se le trate jurídicamente como ciudadano. Es en ese sentido que, con el apoyo del gobierno mexicano, convenció al gobierno de Estados Unidos de que la autoridad de aquel país no tiene jurisdicción para juzgarlo por los hechos de Acteal.
Pero, sobre todo, habría que leer el párrafo final del texto de Hongju Koh: “La acusación que busca responsabilizar al expresidente Zedillo solo porque era Presidente cuando funcionarios de menor nivel cometieron actos tortuosos, no constituyen razón suficiente para el Departamento de Estado (…) Por ello, el Departamento de Estado determina que el expresidente Zedillo debe gozar de inmunidad”.
El documento está en milenio.com
Leído en: http://www.vanguardia.com.mx/enmexiconadiesetomalamolestiadeleerdocumentos-1372597-columna.html
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