Regino Diaz Redondo |
Günter Grass – La casa de los deseos.
MADRID.- Atentos políticos mexicanos. Lean: en España acaban de publicar la lista de sus homólogos españoles. Ha causado escándalo pero al menos nos enteramos de una parte de este iceberg pletórico de fortunas.
Imagino que allá, el que más o el que menos, tiene a buen recaudo su dinero. Desde luego, a fuera de sus fronteras. Lo mismo que los de esta parte del Atlántico.
Porque estas declaraciones de haberes han sido hechas por sus propietarios, oficialmente. Es decir, que lo privado es para consumo interno ¿o será que nada tienen?.
Lo que duerme en bancos extranjeros, en paraísos fiscales, eso es otro cantar; aunque no se investigue como debe ser.
De todas formas, algo es algo y les diré que la lista de los honrados y ex funcionarios del gobierno reúne 54 millones de euros. Da la casualidad que son dos secretarios de Estado, no ministros, los que se llevan las palmas. Pedro Argüelles, de Defensa y Montserrat Gomendio, de Educación, encabezan la lista con 18 y 14.5 millones cada uno.
El jefe del Gobierno, pobre, sólo tiene, y así lo comunica, 1.65 millones y el de la oposición 1.272 millones.
¿Desde cuándo se habló allá de dar a conocer las fortunas de los políticos sin que haya podido lograrse hasta el momento?
No es delito tener dinero. Siempre que sea conseguido con trabajo y dedicación.
Pero sigamos, doña Cristina Garmendia, ex ministra de Ciencia y Tecnología, tiene la respetable suma de 24.7 millones, como para pasar el rato en una hamaca.
Hay que despejar las dudas. ¿Sabemos cuanto tienen los que se alimentan de nuestros impuestos, elegidos por nosotros y soportados también?
No.
¿Alguien quiere meterse en camisas de once varas?
Tampoco, hasta el momento.
Puede ser posible en la próxima administración. Buen inicio de gobierno para don Enrique Peña Nieto.
Estoy seguro que en nuestra Cámara de Diputados mexicana hay billetes en abundancia. Los dinosaurios lo tienen y quizá bien habido. Pero los novatos, los que acaban de llegar, ¿podrían hacer su declaración de bienes?
¿Y por qué no?, también los fósiles. ¿Se sabe algo de las fortunas de Vicente Fox y Felipe Calderón… De cuánto tenían al entrar y cuánto al salir de la presidencia?.
Para despejar incógnitas hay que crear un organismo independiente que se encargue de estos asuntos, que sea dentro del poder judicial, aunque corresponde a los legisladores hacerlo y encargarle la labor.
Tendrían mucho trabajo y sus frutos sorprenderían.
La gente de la calle está cada vez más politizada -- ¿le suena la frase? – y requiere estos datos y otros muchos.
Por ejemplo, ¿cuánto reciben los que se sacrificaron por la patria en puestos públicos y que ahora están al servicio de multinacionales?.
¿Tiene el banco de México información sobre sueldos de pasados jerarcas estatales y de cómo gestionaron sus bienes?
¿Es lícito aconsejar a grandes empresas con los conocimientos adquiridos cuando se está en el poder?
Averígüelo Vargas.
Si los miembros del sector privado prevarican, también han de rendir cuentas, pero ellos tuvieron negocios y no viven a costa del Erario.
A quienes hay que supervisar y desenmascarar, si es el caso, es a los que ejercen la política como profesionales ¿O son profesionales de la política como ahora se llaman?. Ni lo uno ni lo otro les exenta de su responsabilidad.
¿No están las grandes fortunas de políticos ligadas a las de los exitosos empresarios aquí y en México?
Otra vez sería conveniente saberlo. Ver qué grado de complicidad hay entre ellos. ¿A la sombra de quién hicieron fortuna y gracias a qué favores obtuvieron beneficios?.
El asunto es escabroso pero es que a veces ni son todos los que están ni están todos los que son.
Se viene criminalizando a muchos que no lo merecen. Se dan como verdad desahogos verbales y nada se comprueba.
Veamos también, investiguemos, a los que se abrigan y dan golpes de pecho, a los que van a retiros espirituales para sacudirse el polvo de la vergüenza. ¿No habrá algún gansterillo por ahí…?
En la nueva legislatura ¿ya manifestaron sus patrimonios los diputados y senadores?
Lo harán sin duda. Se trata de empezar con el pie derecho el nuevo sexenio, de sentarse en la curul o el escaño sin piedritas en el asiento.
Desde luego que no es un mal de los países del tercer mundo. En el primero, las fortunas son mayores y permanecen mucho más ocultas.
La avaricia en el mundo europeo es signo de bonanza, respeto y admiración.
¿Cuántos primeros ministros y jefes de estado de este continente podrían decir que no robaron a las arcas públicas?
Debe saberse, la lista de delincuentes aumentaría en grandes proporciones.
Ahora parece imposible destapar cloacas, resulta una utopía, pero mantenemos en la conciencia este deber para el futuro. Llegará el momento en que las aguas se desborden y no haya más remedio que pedirles cuentas.
Leído en: http://www.enlagrilla.com/not_detalle.php?id_n=16907
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