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| Katia D`Artigues |
Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, ya tomaron una decisión que marcará otro cambio en el regreso del PRI a Los Pinos de manera literal: La casa Miguel Alemán, convertida en oficinas desde el gobierno de Vicente Fox, volverá a ser la residencia de la familia del presidente.
“Marte”, el código del Estado Mayor Presidencial para el presidente electo, sí se quedará, sin embargo, con la biblioteca presidencial José Vasconcelos para su uso dentro de la casa. Claro, también el Salón Blanco y el comedor para 30 personas. ¿Dejará el salón de reuniones de alto nivel que hizo Felipe Calderón?
No caben, es la verdad. La familia Nieto-Pretelini/Castro-Rivera tiene seis hijos: Paulina, de 17; Sofía, de casi 16; Alejandro —quien está estudiando fuera de México por estas fechas, pero necesita un espacio— de 14; Fernanda y Nicole, de 12 y la pequeña Regina, de seis. Y la futura pareja presidencial ha manifestado su deseo de tener otro hijo en común, aunque hasta el momento no se ha dado.
La “cabañita acogedora” (Marta Sahagún dixit) en la que vivieron los Fox y los Calderón, sólo tiene originalmente, dos recámaras y una tercera que se hizo en este sexenio en el lugar donde Sahagún tenía un clóset grande y donde duermen hoy los dos hijos varones de Felipe Calderón y Margarita Zavala, Luis Felipe y Juan Pablo.
En tiempos de Fox fue sin licitación, se la encargaron a Humberto Artigas del Olmo y costó 66.5 millones de pesos para las dos cabañas: La que habitaba el presidente, su esposa y Rodrigo, el hijo menor y donde habitaban los otros hijos: Ana Cristina, Paulina y Vicentillo.
Los Pinos se llamaba originalmente “El Rancho La Hormiga”, que fue expropiado en 1916 por el gobierno de Venustiano Carranza y durante muchos años altos funcionarios, sobre todo del Ejército, vivieron ahí.
Fue hasta 1935 cuando el primer presidente vivió ahí: Lázaro Cárdenas. Antes los presidentes vivieron en el Castillo de Chapultepec. El nombre tiene una razón romántica: Fue rebautizado como “Los Pinos” en honor al lugar en Michoacán, donde Cárdenas conoció a su esposa, Amalia Solórzano. Esa residencia sigue ahí y es la oficina de la primera dama.
Pero la residencia actual es otra, construida por Miguel Alemán Valdés, quien llegó a vivir ahí en abril de 1947 y no le gustó. El proyecto del arquitecto Manuel Giraud Esteva fue volverlo una residencia y un lugar para recibir personalidades y funcionarios que visitaban al presidente. La construcción duró cinco años y terminó un año antes de 1952. La terminó el ingeniero Fernando Parra Hernández, quien entregó una mansión estilo francés de 5 mil 700 metros cuadrados que con el tiempo tendría cine y hasta boliche.
Casi todos los presidentes priístas desde entonces vivieron ahí, menos Adolfo López Mateos, quien nunca se quiso mudar de su residencia en San Jerónimo.
En 1981 José López Portillo inauguró el “Paseo de los Presidentes”, donde todas las estatuas miden 2.2 metros y Vicente Fox hizo “La Calzada de la Democracia”, con bustos de políticos como Carlos Castillo Peraza o Manuel J. Clouthier.
Veremos qué estilo le pondrá Angélica Rivera, bajo el entendido de que Peña ya dejó claro que no es “la señora de la casa”. Esther Zuno la decoró con productos mexicanos; Carmen Romano mandó hacer lugares para los casamientos de sus hijos; Paloma Cordero regresó la decoración europea; Cecilia Occelli se trajo los muebles de su casa y Nilda Patricia Velasco todos los años hizo un nacimiento navideño de 2 mil figuras.
Y a ver cuánto cuesta, también, la remodelación actual.
Durísima señal para los coahuilenses, es el asesinato de Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del ex gobernador Humberto Moreira, de Coahuila y por lo tanto sobrino del actual gobernador, Rubén.
Si este joven, de tan sólo 25 años, además funcionario estatal, es asesinado así, perteneciendo a tan poderosa familia, ¿qué podrá esperar cualquier otro ciudadano de ese estado?
Veremos qué dicen las investigaciones, está en el interés de todos que su muerte —como las de todas las víctimas de la delincuencia— sean aclaradas, pero más en este caso por tratarse de quien se trata. La muerte de cualquier persona en México, pero sobre todo la de un joven, es siempre una noticia dolorosa y lamentable.
Por lo pronto desde aquí mi sentido pésame a toda la familia Moreira. Pero sobre todo a la esposa del joven, Lucero Davis y a su pequeño hijo, de nueve meses, Eduardo Humberto.
Malú Micher y aliadas contra Coca Cola Light 2. Tras tener una buena primera reunión con ejecutivos de Coca-Cola donde prometieron hacer cambios… no los hicieron. Ahora realizarán una nueva ofensiva. ¿En qué consiste? Se la describo en la edición online de esta columna, además de la autodefensa de Adal Ramones, los nuevos integrantes del equipo de transición de gobierno y los candidatos de Graco Ramírez.
Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/mudanzas-en-los-pinos
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