jueves, 11 de octubre de 2012

Sergio Sarmiento - Conectividad

Sergio Sarmiento
Poco antes de que Fernando González Sánchez, yerno de la maestra Elba Esther Gordillo, dejara la subsecretaría de Educación Básica de la SEP, tuvo un enfrentamiento en la oficina de Mónica Aspe Bernal, la coordinadora del proyecto de Sociedad de la Información y el Conocimiento de la SCT. El entonces subsecretario le exigió a la joven funcionaria que no tocara el proyecto de la Red Multipropósito de la Educación Básica. Como ella mantuvo su posición de eliminarlo, el subsecretario salió furioso de su despacho. González Sánchez acudió al entonces secretario de Educación, Alonso Lujambio, para que, desde Presidencia, se ordenara la reanudación del proyecto. Pero el proyecto no se reactivó y fue el propio González quien salió de la subsecretaría. 

Recientemente el ex subsecretario de Educación Básica explicó al periódico Reforma que “hay dos visiones: la de la SCT es una visión de mercado y la de la SEP es una visión de gobierno, y los de la SCT terminaron por afectar el cumplimiento de las metas de gobierno”. 




La famosa Red Multipropósito, parte de un Plan de Habilidades Digitales para Todos, era un esquema para interconectar las escuelas básicas del país con un sistema de arquitectura cerrada que sólo podía proporcionar una empresa canadiense. El costo no sólo sería muchas veces superior al de una interconexión con empresas privadas que se especializan en proporcionar servicios de internet, sino que al casarse con una tecnología cerrada los costos se multiplicarían en el futuro. 

La conectividad no sólo de escuelas, sino de instituciones públicas y privadas y de toda la sociedad mexicana, es uno de los grandes retos de nuestro país. La Red Nacional de Impulso a la Banda Ancha (Red NIBA) es un intento de proporcionar una red de transporte de alta capacidad que interconecte redes estatales, educativas e institucionales. Hay otros intentos de generar interconectividad por cable o por tecnologías inalámbricas, pero México sigue teniendo un bajo nivel de acceso a la banda ancha a pesar de haber empezado al mismo nivel de Corea del Sur, uno de los líderes mundiales, en los años ochenta y noventa. 

En el proceso han surgido personas y grupos que buscan aprovechar los recursos que el Estado ha destinado a este propósito. La Red Multipropósito es, me parece, un ejemplo claro. Otro sería el proyecto Enciclomedia, que fue cancelado en este gobierno. Mucha atención se ha prestado al hecho de que la cancelación anticipada costó 1,653 millones de pesos en pagos a los proveedores que tenían contratos con la SEP. Mucha menor atención se da al enorme costo que tuvo el proyecto durante su existencia y a lo poco que ayudaba realmente a generar una cultura digital entre los estudiantes o una interconectividad real de las escuelas. 

México tiene obligación de impulsar no sólo una mayor interconectividad, sino también una mayor educación digital. Es muy importante para ello construir una infraestructura de banda ancha a precios competitivos que alcance los últimos rincones del país. La alternativa no es entre una “visión de mercado” y una de “gobierno” como planteó Fernando González, sino entre una arquitectura abierta, que pueda actualizarse constantemente aprovechando los precios descendentes del mercado, y una arquitectura cerrada que sólo beneficiará a unos cuantos proveedores y a los intermediarios que les aseguren los contratos gubernamentales. 

Si no avanzamos por el camino de una conectividad competitiva simplemente no podremos construir una economía más próspera. La conectividad es la infraestructura más importante del siglo XXI. 

DE RAMBO A WOODY
Quizá nadie ha expresado mejor el tema de la muerte de El Lazca y el posterior robo de su cuerpo que Diego Enrique Osorno, autor de un libro del narco, en una entrevista con el New York Times: “Empezó como una película de Rambo y terminó como Woody Allen”.
Twitter: @sergiosarmient4

Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/conectividad1

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