martes, 13 de noviembre de 2012

Katia D`Artigues - Poiré y "La invasión de ratas"


Mientras más se acerca el 1-D, el cambio de poder, poco a poco va tomando forma cómo será el próximo gobierno del PRI en Los Pinos. Su regreso al poder. Por lo pronto parece ser que sí harán cambios estructurales en diversas secretarías.
Uno de ellos, quizás el más importante, sería volver a hacer de Gobernación una súper-secretaría, como en los tiempos priístas. De entrada, desaparecerían la Secretaría de Seguridad Pública, que se convertiría en sólo una subsecretaria, la del Interior, y estaría adscrita a Gobernación. A su cargo quedaría también la “Gendarmería Nacional”, es decir, otra manera de decir —pero con tintes francófonos— Policía Nacional. Gendarmería. Mmm. Espero que el gobierno de Enrique Peña Nieto recuerde que no basta con llamar a las cosas diferente para que cambien. Pero no es el único cambio. Como se esperaba, propone la desaparición de la Secretaría de la Función Pública —antes Contraloría— que se transformaría en la tan mencionada Comisión Nacional Anticorrupción, con mayor margen de maniobra y que no sancionaría desde el Ejecutivo al Ejecutivo… Ya ve que, la verdad, de poco ha servido. ¿Cuántos años hemos escuchado que ya van a pescar peces gordos y sólo a charales llegamos?




La que se niega a morir sexenio tras sexenio es la Secretaría de la Reforma Agraria, cuyas atribuciones se modificarán. ¿Alguien le recuerda alguna acción trascendental en este sexenio? ¿El nombre de su titular? Para no dejarlo con la duda se llama Abelardo Escobar Prieto y lleva más de seis años en el cargo. Deberíamos darle un premio al funcionario más discreto del país.
Cuando acabe el sexenio, Alejandro Poiré, secretario de Gobernación, dice que aún no sabe qué va a hacer con exactitud. Quizá escribir un libro, ha dicho. Tras leer una entrevista en “La Jornada”, le veo futuro de guionista de una película de terror.
¿Recuerda que llevamos este sexenio escuchando una y otra vez la metáfora del paciente con apendicitis que al abrirlo estaba infestado de cáncer para referirse a la decisión súbita de iniciar la guerra contra la delincuencia organizada? Bueno, Poiré lo supera. Sus palabras:
— Es como si hubiéramos entrado a una casa y nos hubiéramos dado cuenta de que los cimientos estaban verdaderamente infestados de ratas. Y es que esas ratas no sólo estaban en los cimientos, sino que de pronto nos salían por las puertas, se nos aparecían en las camas, en el clóset, en la cocina, y cuando abrías tu refrigerador ya se lo habían comido todo y si ibas al cuarto de tus chamacos, pues ya estaban ahí (las ratas), durmiendo encima de ellos. Auguro un éxito de taquilla.
Por otro lado está la voz de las víctimas. O de los y las que los han acompañado. Uno de ellos es el obispo Raúl Vera, quien expresa una dura opinión sobre el sexenio de Felipe Calderón:
— Desde que tengo uso de razón, el más inmisericorde, el más cruel presidente que hemos tenido ha sido este señor. Ha hecho las cosas más crueles contra este país.
Sobre este tema, falta ver las reacciones de los familiares de las víctimas una vez que se inaugure el memorial dedicado a ellas en la zona colindante con el Campo Marte. Algunos de los activistas, como Isabel Miranda de Wallace, están a favor; mientras que para otros, como Eduardo Gallo, es un acto incongruente por parte del gobierno federal.
Por cierto, ¿ya escucharon el spot dedicado a las Fuerzas Armadas que participan en la estrategia contra la delincuencia organizada? ¿De quién fue la idea de la frase “gracias por hacer de este un sexenio valiente”?
Ahora es el senador Ricardo Monreal quien se va más allá de las fronteras. No, no se va del país, sino que acudirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para denunciar, entre otras cosas, las anomalías registradas en las elecciones presidenciales de julio pasado.
Vía correo postal certificado, mandó un expediente de 89 fojas. Se queja principalmente de la falta de herramientas jurídicas en nuestro país para denunciar este tipo de situaciones. Considera que con ello se viola el derecho a “la protección judicial”, y de esa manera a tener la posibilidad de poder solicitar la anulación de elecciones, cuando se registren violaciones. Ojo: lo que está pidiendo es que desde allá le digan al Estado mexicano —es decir, a él mismo como legislador, integrante del Poder Legislativo— que es necesario que esto se garantice.
A esta controversia, que apenas está por iniciar, y a la que se sumará otra demanda de varios partidos de izquierda, hay que añadir que justo ayer inició la destrucción de las boletas electorales presidenciales utilizadas este mismo año.
Cuando acabe el sexenio, Alejandro Poiré, secretario de Gobernación, dice que aún no sabe qué va a hacer con exactitud. Quizá escribir un libro, ha dicho

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