miércoles, 5 de diciembre de 2012

Ricardo Alemán - Mancera, la madre de todas las batallas

Dice Marcelo Ebrard que el suyo, al frente de la capital del País, fue el mejor gobierno que ha tenido el Distrito Federal. Sin dudas la afirmación es propia de un político y gobernante que desconoce la autocrítica. ¿Por qué?

Porque luego de la presuntuosa declaración, obliga la pregunta básica. Sí, el de Marcelo pudiera ser el mejor gobierno –según Marcelo--, pero falta saber comparado con quién y con cuál gobernante capitalino. Y es que si lo compara con las regencias de Ernesto P. Uruchurtu y Carlos Hank –por citar sólo dos--, la declaración del saliente Jefe de Gobierno podría caer a pedazos.

Pero lo más curioso es que con su presunción, Marcelo deja muy alta la vara al Jefe de Gobierno entrante, a Miguel Ángel Mancera, quien a partir de hoy ya es el sucesor de Marcelo. Y entrados en gastos, abundan las voces que aseguran que Marcelo Ebrard tratará "de mangonear" a Miguel Mancera, a quien no sólo hereda graves conflictos y severos problemas sino que, en el extremo, pretende imponer programas, metas y colaboradores.



¿Hasta qué punto, y hasta cuándo, Mancera resistirá la influencia de su ex jefe y mentor? Pronto lo sabremos, una vez que se confirme el gabinete que acompañará a Miguel Ángel Mancera. Pero esa es apenas una de las fieras que podrían engullir al nuevo Jefe de Gobierno.

Resulta que las tribus perredistas que disputan la pradera del Distrito Federal ya están en plena faena para pelear territorios, negocios, franquicias y toda suerte de fuentes de dinero. Pelearon por la Asamblea Legislativa, pelearon las delegaciones, pelearán por el gabinete, pelean por espacios para ampliar sus ejércitos de ambulantes, de taxis piratas, de franeleros, de asentamientos irregulares y todos los negocios que regala el poder en el DF.

Y si los pillos de la familia política Bejarano-Padierna ya van por la cabeza del jefe nacional del PRD, Jesús Zambrano –al que pretenden linchar en leña verde por cometer la herejía de pactar lo que pactaría cualquier político sensato--, no descansarán hasta doblar a un Jefe de Gobierno como Miguel Ángel Mancera, que no tiene pertenencia partidista, que carece de grupo político y que parece que hoy será lanzado a las fieras, en medio del circo romano. ¿Por qué?

Porque igual que todas las tribus del PRD que buscan poder y riqueza a través del servicio público, la dupla Bejarano-Padierna no pierde el tiempo y trabaja para engordar lo más posible al becerro de su causa política. Es decir, que engordan su proyecto para venderlo al mejor postor –sea Morena, sea el PRD--, una vez que alcanzó su punto ideal. En otras palabras, que la dupla "de las ligas" ampliará su poder lo más posible y en todas direcciones para que, el momento preciso y la hora adecuada, puedan saltar a Morena o asaltar al PRD. ¿Y la ideología, y los principios, y las causas? Eso no importa.

Lo cierto es que, a partir de hoy, el nuevo Jefe de Gobierno dejará ver el tamaño de sus habilidades políticas, su capacidad para lidiar con las fieras del moderno circo romano y, claro, su talante para crear puentes, buscar aliados, tender cables de apoyo y cimentar su gobierno.

Y es que la virtud que llevó a Miguel Ángel Mancera a ser aceptado por más del 60 por ciento de los votantes del Distrito Federal –y que le valió el triunfo en la capital del País, con un capital político inédito en la historia electoral del DF--, se puede convertir en un barril de pólvora. ¿De qué estamos hablando?

Casi nada, que si bien en tiempos electorales resultó un plus la virtud de no tener militancia partidista y menos contar con pertenencia grupal en un partido, se pudiera convertir en calabaza al momento de hacer gobierno y legitimar el capital político. ¿Y por qué? Porque una cosa es la campaña y la elección, y otra muy distinta el reparto del poder.

¿Tendrá las agallas Miguel Ángel Mancera para derrotar a las fieras que acechan su jefatura de gobierno desde el PRD, PT, Morena y Movimiento Ciudadano? Sin dudas que esa será la madre de todas las batallas. Al tiempo.

En el camino

Un acierto la designación de Francisco Rojas al frente de la CFE. Se trata no sólo de un experto en la materia, sino una garantía de resultados. Lo mismo que el nombramiento de José Antonio González Anaya al frente del IMSS, quien va por la hombrada de sacar del bache de las pensiones al instituto. Y la llegada de Sebastián Lerdo de Tejada al ISSSTE es "carambola de tres bandas". Es decir, "jaque a la reina". De ahí podría salir mucha basura, suficiente para una sepultura. ¿Y qué tal la "firmeza implacable" de Jesús Murillo Karam, el hombre duro de la PGR?

Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104

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