viernes, 26 de julio de 2013

Pablo Hiriart - Malos gobernadores

Michoacán, Guerrero, Chiapas y otras entidades que se disputan los últimos lugares en el desarrollo por estados, se encuentran así porque han tenido pésimos gobernadores.
La diferencia entre buenos y malos gobernadores la muestran sus indicadores de desarrollo. No hay salida donde el gobernador es malo.

Eso le ha pasado a Michoacán, a Guerrero y a Chiapas, entre otras entidades. En buena hora el presidente Peña Nieto garantizó ayer que regresará la paz y el estado de derecho a Michoacán. Lo difícil será cumplir el compromiso, que en su momento también asumió Felipe Calderón y no pudo.




Michoacán está peor que hace seis y que hace doce años.

Pero la responsabilidad de la tragedia michoacana no es de ésta ni de la anterior administración federal, sino de los malos gobiernos que ha tenido esa entidad.
Con la riqueza que tiene Michoacán es para que fuese un estado líder en el desarrollo nacional, pero sus indicadores son del África subsahariana.

Sus gobernadores, exponentes del populismo perredista y priista, tendrían que responder por el desastre en esa magnífica entidad, por la que no es aconsejable transitar ni en vacaciones.

Contra malos gobernadores, no hay defensa.

En la época del verticalismo priista existía la posibilidad de removerlos o de invitarlos a colaborar en una función menor, pero ahora esa vía está cerrada. Es una lástima.

Michoacán lleva varios sexenios entregada a la molicie de sus gobernadores, cuando no a una posible liga con poderes criminales.

Para evitarse problemas, dejaban hacer y dejaban pasar. Hasta compartían la mesa con los crecientes capos de la delincuencia.

Y para solucionar conflictos, abrían la caja de dinero que les manda la Federación.
Hace un par de semanas el gobierno michoacano “solucionó” el conflicto magisterial y logró que los maestros volvieran a las aulas. ¿Cómo? El acuerdo consistió en garantías de impunidad y carretadas de dinero.

Carlos RíosValencia, secretario de Finanzas del gobierno michoacano, compareció ante el Congreso de su estado e informó que la administración local cedió, a la sección 18 de la CNTE, 200 millones de pesos para repartirlos entre los maestros paristas.

Le regalaron dinero público a los que roban camionetas de reparto y distribuyen la mercancía en la plaza de Morelia.

Informó el funcionario que el bono de 200 millones de pesos para la sección de la CNTE, es para ser repartido entre los maestros que estuvieron en paro por 55 días.

Así se la han llevado durante sexenios. Ante la formación de grupos delictivos, la respuesta fue ceder espacios. Vandalizan los maestros, y se les dan millones de pesos.
Es la mejor vía para empeorar las cosas. Como han empeorado en Michoacán, y seguirán cuesta abajo mientras haya malos gobernadores.

phl@razon.com.mx
Twitter:
 @PabloHiriart




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.