Cuando se pregunta a políticos o gobernantes –de todos los partidos–, sobre las razones que animan su “noble tarea” de vivir para la política y el servicio público, de manera invariable dicen que el motor del “apostolado” es “servir a la gente”.
Y cuando un político –del partido que sea–, busca el votos popular para merecer un cargo de elección popular, siempre orienta su esfuerzo a prometer “el oro y el moro” a los potenciales votantes; ciudadanos que son la razón supuesta o real de la política y el servicio público.
Sin embargo, en la práctica –y en el ejercicio del poder y de cargos de elección popular–, lo cierto es que a los político y a los gobernantes lo último que parece importar es “la gente” o “los ciudadanos”. Lo que en realidad importa es mantener la respectiva carrera política, la imagen, las posibilidades a futuro y sobre todo, la comodidad de sus respectivas zonas de confort.
Y cuando un político –del partido que sea–, busca el votos popular para merecer un cargo de elección popular, siempre orienta su esfuerzo a prometer “el oro y el moro” a los potenciales votantes; ciudadanos que son la razón supuesta o real de la política y el servicio público.
Sin embargo, en la práctica –y en el ejercicio del poder y de cargos de elección popular–, lo cierto es que a los político y a los gobernantes lo último que parece importar es “la gente” o “los ciudadanos”. Lo que en realidad importa es mantener la respectiva carrera política, la imagen, las posibilidades a futuro y sobre todo, la comodidad de sus respectivas zonas de confort.
¿Y los ciudadanos en dónde quedan?, ¿Y la gente por la que decían hacer todo en qué lugar queda? No lo dicen con palabras, pero todos los gobernantes y políticos –sean del PRI, del PAN, PRD, PVEM, PANAL, MC y PT– lo gritan con hechos. ¡Los ciudadanos que se jodan!, repiten una y otra vez incansables con su indolencia y valemadrismo frente a los derechos y las libertades del ciudadano. Y si tienen dudas, van algunos ejemplos.
¡Que se jodan los ciudadanos; sean trabajadores, empresarios y agricultores que a lo largo de semanas pasaron días completos varados en una carretera federal de Sonora, a causa del bloqueo que han impuesto un grupo de agricultores que reclaman la propiedad del agua de su comunidad! ¿Y dónde están los gobiernos municipal estatal y federal; los partidos, los legisladores, para resolver el problema y castigar el delito de bloqueo de una carrera federal? ¿Quién pagará los daños millonarios? A nadie le importa.
¡Que se jodan los miles o millones de ciudadanos que han padecido decenas de bloqueos carreteros en todo el país, durante el primer semestre del gobierno de Enrique Peña Nieto! Y es que pareciera que tampoco le importa a Peña Nieto, a Miguel Osorio y a otros secretarios del gabinete presidencial, que el bloqueo de carreteras sea “el deporte de moda”.
¡Que se jodan los miles o millones de capitalinos que por casi 50 días vivieron una pesadilla por el bloqueo loco de la mafia del SME, en pleno centro de la capital del país! A nadie le importó que esos pillos del SME jodieran la vida a miles o millones; su acción chantajista de bloquear Bucareli, frente a Gobernación. ¿Y cuál fue el la respuesta del titular de Gobernación, Miguel Osorio? Pactar con una mafia que seguro se llevó millones de pesos a la bolsa, claro, de dinero público.
¡Que se jodan los millones de capitalinos que han padecido cientos de marchas en el primer trimestre de 2013! ¡Que se jodan los empresarios cuyos negocios quebraron por el plantón del SME durante casi 50 días; que se jodan los trabajadores que perdieron su empleo por la quiebra de negocios y los vecinos afectados por el caos cotidiano en esa zona! ¿Y los jefes delegacionales, el jefe de gobierno Miguel Mancera? No les importa.
¡Que se jodan los miles de ciudadanos que el día de ayer padecieron el caos de la capital del país, desquiciada gracias a cuatro marchas que bloquearon distintas zonas del Distrito Federal! ¿Hasta cuándo importará al gobernante del DF, al Gobierno federal, a los legisladores, poner un alto a los bloqueos y marchas locas que dañan a millones y causan graves pérdidas económicas? A nadie le importa.
¡Que se jodan los ciudadanos que padecen la escandalosa corrupción que impera en el aeropuerto del DF –por donde entra la mayor cantidad de droga al país–, y que arroja casos como el de la educadora acusada de presunto tráfico de drogas a causa de un intercambio de su maleta! ¿Y quién investiga la complicidad de trabajadores de la terminal aérea; de los sindicatos respectivos? A nadie le importa.
¡Que se jodan los ciudadanos, comerciantes y empresarios que son extorsionados por jefes delegacionales, de buena parte de las demarcaciones del DF, en manos del PRD, quienes ordenan clausurar negocios para exigir dinero! ¿Y dónde están los políticos de la mal llamada izquierda que solapan ese crimen organizado? ¿Quién sancionará a corruptos diputados a la ALDF –del PRD de la mafia Bejarano–Padierna–, que solapan a esas bandas criminales? A nadie le importa.
En efecto, señores Peña Nieto, Osorio Chong, Mancera… En efecto señores líderes del PRI y del PAN, se requieren grandes reformas, urgentes, pero también es urgente que la ley se cumpla en las calles y en las carreteras; acabar con la complicidad. Al tiempo.
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