viernes, 30 de agosto de 2013

Macario Schettino - El problema

O P I N I Ó N
M A C A R I O   S C H E T T I N O
El problema

1. El sistema educativo mexicano no funciona, eso es claro. De acuerdo con PISA, más de la mitad de los jóvenes que terminan educación básica no desarrollaron habilidades cognitivas elementales, de forma que no pueden hacer sino seguir instrucciones sencillas.

2. No sabemos desde cuándo no funciona, porque no hay mediciones. Es posible que se haya deteriorado con el crecimiento acelerado iniciado en los años 90, pero también es claro que desde hace 40 años el profesor Rafael Segovia mostró cómo la escuela reproducía el autoritarismo en México.

3. Aunque los maestros son determinantes en el aula, no son los únicos responsables de la calidad educativa. En México, el sistema educativo fue construido como mecanismo de adoctrinamiento de la población en la ideología del régimen, una visión colectivista del mundo con muchos puntos de contacto con el marxismo.



Al día de hoy, los programas en educación media superior siguen exigiendo centrar la visión de ciencias sociales en el materialismo histórico. En educación básica, 25 por ciento del tiempo se dedica a estudiar ciencias sociales, cantidad que duplica al país que nos sigue dentro de la OCDE.

4. Puesto que los maestros no son el único elemento relevante, la evaluación de los mismos no puede ser el centro de la transformación. Es un factor de la mayor importancia, pero no el único. Su traducción en reglas laborales tampoco es un asunto lineal.

5. El elemento disruptivo más importante de la Ley de Servicio Docente es que el sindicato deja de controlar el acceso, permanencia, ascenso y retiro de los maestros. Eso, para la CNTE, es un problema grave, porque de ese control sobre sus agremiados depende su poder político, es decir, su capacidad de extraer rentas.

6. La CNTE es la "disidencia" del sindicato que controla a los maestros de Oaxaca, Chiapas y Guerrero, y un poco menos a los de Michoacán, la sección 9 del DF, segmentos de Estado de México y es seguida, sin vínculos organizativos claros, por Tabasco.

Los miembros de la coordinadora tienen una fuerte carga ideológica que coincide con el viejo nacionalismo revolucionario, aunque en el extremo se acerca a visiones muy radicales.

La relación de la CNTE con la subversión ha sido mostrada en diferentes ocasiones, desde la intervención del EPR en la APPO (Oaxaca, 2006) hasta la participación de maestros de la sección 22 en secuestros.

7. La movilización de la CNTE exige recursos en abundancia, que han obtenido gracias a que controlan a los gobernadores del Pacífico, pero también capacidad organizativa, que llevan décadas perfeccionando.

Las decenas de miles de manifestantes que se ven en las calles del DF no son todos maestros, aunque cobren como tales, son activistas preparados para lo que están haciendo.

Esas decenas de miles no pueden ser controladas por la policía del DF, que no tiene la cantidad necesaria de elementos capacitados para ello. El viernes pasado eran 20 mil activistas bloqueando el aeropuerto. Controlarlos sin violencia excesiva hubiese requerido al menos 40 mil policías con equipo antimotines. No los hay.

8. Los cambios generan siempre reacciones. La transformación del País, que inició en los años 90 y redujo significativamente su ritmo desde 1997, se aceleró desde hace un año. Esa transformación amenaza seriamente a los últimos remanentes del viejo régimen.

La oposición a los cambios no es menor. En el enfrentamiento anterior, 1994, México vivió su peor año desde las guerras civiles.

9. Es decir que lo que está en juego no es la simple evaluación de los maestros, y no se trata de una movilización pacífica de sindicalistas para hacer valer sus derechos. Lo que estamos viendo es el intento de descarrilar la transformación del País.

En este punto coinciden con elementos antisistémicos, pero también con segmentos de la izquierda institucional y franjas de la opinión pública y publicada.

10. Al amparo de las creencias inculcadas por ese sistema educativo, se ha perdido el monopolio de la violencia legítima por parte del Estado. La violencia es ejercida por grupos que se dicen legítimos porque defienden esas creencias. Enfrentarlos es siempre calificado como represión.

Pero hoy se trata de la batalla por el México del futuro. Grupos organizados intentan frenar las transformaciones para mantener privilegios y creencias.

No es un problema de manifestaciones y de educación, es mucho más complicado que eso. Todos los intentos previos de modernización han fracasado. En semanas sabremos el destino del actual.

www.macario.mx

Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104

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