Beatriz Gutiérrez Muller, esposa de Andrés Manuel López Obrador, entró por la puerta grande a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Sin gran experiencia docente se convirtió en profesora investigadora de la materia Enfoque Estructuralista en Comunicación, además de impartir el taller de Expresión Oral y Escrita, con un sueldo de 40 mil pesos mensuales, frente a los tres mil que le pagan cada 30 días a un maestro interino de asignatura. Pero claro, a la nueva profesora de la UACM no podrían darle cualquier trato. A muchos de esa universidad les incomodó la situación, aunque reconocen que hubo un concurso de por medio, obviamente, nunca le negarían esa plaza, con o sin experiencia, como es el caso. También comentan que el rector interino Enrique Dussel empezó a pagar las facturas que lo llevaron a la rectoría, en sustitución de Esther Orozco. Aseguran que aprobó a 200 maestros tomar su año sabático, por lo que hay una rebatinga de plazas entre los grupos, sobre todo, los profesores investigadores, por ser las mejor pagados. Así es que Dussel paga con dinero que no es suyo el apoyo que recibió cuando derrocaron a Orozco.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación empezó a mostrar su verdadero rostro. Su máscara: oponerse a la reforma energética. El martes empezaron a calentar brazo y enarbolaron discretamente banderas en contra de la privatización del petróleo. El mismo discurso y máscara con el sello tabasqueño. Está claro que su defensa por la educación, sólo es un episodio de calentamiento. Ojalá y la petición priista a la Secretaría de Gobernación, de investigar quién o quiénes pagan a los maestros paristas, seguramente aparecerán los nombres de cuando menos dos gobernadores: Gabino Cué y Ángel Aguirre, y un personaje de Macuspana. Entonces, para qué tanto brinco si el suelo está parejo. No habrá acuerdos. La reforma educativa ya es constitucional y en su momento se les escuchó. Lo que quieren: dejar a miles y miles de niños sin clases y cobrar sin trabajar.
El delegado perredista de la Cuauhtémoc, Alejandro Fernádez está decidió a transformar el entorno de la Zona Rosa. Ojalá empezará por barrer las calles de ese perímetro. Están llenas de basura y tierra y con fuerte olor a orines. Se ve que desde hace meses no ha pasado una escoba por esas calles y tampoco ningún barrendero. Y por supuesto que tampoco el delegado ha visto el mugrero de Génova, Hamburgo, Londres y otras calles. Dicen que Alejandro sí ha visitado esa zona, pero de noche, y seguramente por eso no ha visto el mugrero de sus calles, y que ningún delegado había tolerado. Bueno, le recomiendan a Fernández que debería aprovechar el agua de las lluvias para lavar esas banquetas.
ubaldodiazmartin@hotmail.com
hombresdepoder.com
hombresdepoder.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.