martes, 6 de agosto de 2013

Salvador Camarena - Basta de tonterías


Observen la fotografía que aparece sobre estas líneas. Fue publicada por el diario Reforma ayer en la página 8 de la sección principal. Es Zacatecas, ciudad de hermoso centro histórico como pocas en la República. Cinco policías estatales aparecen en la imagen. Están a caballo. Y cada uno de ellos lleva en la espalda un rifle AR 15. 

El reportero Gerardo Romo, autor de la fotografía, dice que “en esta época vacacional una cuadrilla de policías a caballo, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública, recorre el centro histórico para dar tranquilidad a los turistas”. Van en grupos de cinco o seis elementos y “de pronto se separan para cubrir mayor espacio”, agrega el reportero. Uno de los policías le dijo: “Es difícil andar a caballo, pero sí se puede hacer persecución de ladrones comunes que anden a pie”. 





Basta de tonterías. 

Si yo fuera turista en Zacatecas al ver a estos policías montados con esos rifles automáticos estaría todo menos tranquilo. 

¿Qué van a hacer esos policías con esas armas? ¿Perseguir delincuentes a todo galope en las empedradas calles zacatecanas, donde los caballos se resbalarán peligrosamente? ¿Disparar una ráfaga desde los lomos del cuaco para que éste se vuelva loco con el tableteo del AR 15 y el rifle termine apuntando a todas partes? ¿Van a accionar el rifle con un solo brazo pues con el otro tienen que sostener la rienda para que el caballo medianamente (es un decir) se esté quieto? ¿Van a sostener con dos brazos el rifle, como es debido para aguantar el culatazo, porque como el equino sabe que su cooperación anticrimen es importante no se asustará? ¿Para disuadir a un ladrón común se necesitan AR 15? ¿Son los ladrones comunes el problema real de Zacatecas? 

Basta de tonterías. Basta de ocurrencias de gobernantes en su intento por hacer pensar a la gente que están haciendo algo. 

Basta de tonterías como no querer ver que en Chihuahua, y sin que nadie de nosotros diga nada, hay un modesto municipio en la Tarahumara llamado Guadalupe y Calvo que es como Ciudad Juárez en su peor época de violencia: de enero a junio, según recuento publicado el 29 de julio por Reforma, padeció 55 asesinatos. Es decir, de seguir el ritmo de asesinatos como va, con sus 53,499 habitantes Guadalupe y Calvo tendría en 2013 una tasa de 206 homicidios por cada 100 mil habitantes, más de nueve veces el promedio nacional que es de 22, según la cifra dada a conocer por el INEGI la semana pasada. 

Porque Guadalupe y Calvo no le duele a nadie. No hay periodistas ahí ganando notoriedad internacional, como ocurría con Juárez, donde hasta le organizaban a uno el “narco-tour”. No hay atención mundial sobre Guadalupe y Calvo porque no es un importante punto fronterizo, ni tiene poderosas maquilas, ni figura entre los más acaudalados municipios del país, ni lleva el apellido del Benemérito. Ahí, para no ir más lejos, este fin de semana un pobre hombre, de 36 años de edad y de nombre Felipe de Jesús Díaz Vizcarra, fue ejecutado cuando en su camioneta transportaba a otros vecinos a cobrar el dinero del programa Oportunidades (nota de Reforma, también de ayer). Pero a quién le importa un muerto más. Y menos aún un muerto de Guadalupe y Calvo. 

Basta de tonterías en Michoacán, donde la semana pasada el vocero del rebasado gobierno estatal, Julio Hernández, tuvo la ligereza de sugerir que lo que los medios deberíamos de hacer es investigar los antecedentes partidistas (¡?) y penales del doctor José Manuel Mireles Valverde, famoso integrante de la autodefensa de Tepalcatepec luego de que se difundiera en las redes el video donde explica cómo armaron el levantamiento en ese municipio. En declaraciones a Radio Fórmula, el vocero Hernández luego corrigió y aceptó que no podía afirmar que tales antecedentes (los penales) existan. 

Y basta de declaraciones a la ligera, como las del propio doctor Mireles, que un día dice que el Gobernador interino Jesús Reyna está ligado a “Los Templarios” y a los dos días se desdice. 

Hablando de voceros y declaraciones a la ligera, ¿alguien entiende al Subsecretario Eduardo Sánchez, quien cuestionado por Carmen Aristegui la semana pasada sobre la supuesta existencia de 14 niñas violadas por narcos en Tepalcatepec, dijo que él tenía testimonios que hablaban de 300 niñas violadas en esa localidad? Sánchez le dijo a la periodista de MVS que él mismo estuvo hace varias semanas en esa población y que le “referían exactamente” lo que el doctor Mireles dice en el video de YouTube. 

Subrayo lo obvio: lo anterior lo dijo un Subsecretario de Gobernación. Ni más ni menos. Supongo que desde tan alto puesto como el que tiene, y luego de tener testimonios directos que le alertaban sobre ese dato de 300 (trescientas) violadas y embarazadas por criminales, gestionó que la Procuraduría General de la República iniciara pesquisas; intuyo que llamó a la titular del Inmujeres para sugerir que ante la gravedad se trasladara hacia Tepalcatepec; esperaría que se hubiera comunicado con legisladores involucrados en temas de violencia de género para decirles que tenían que ir a Tepalcatepec, sugerir que atendieran eso; y que, en pocas palabras, en las diversas mesas que se han realizado en Gobernación para pacificar a Michoacán ha puesto en la agenda ese dato, que suena a tragedia humanitaria. 

Porque basta de tonterías. Basta de minimizar la violencia. Basta de pensar que el silencio funciona. Basta de creer que subir a policías armados con un AR 15 a un caballo es disuadir el crimen: no es eso, es la confesión de que ciertas autoridades están dispuestas a todo, incluso al ridículo, a la hora de improvisar ante los criminales.

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/06-08-2013/16456. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.