martes, 26 de noviembre de 2013

Eduardo Ruiz Healy - Para entender el acuerdo entre el G5+1 e Irán

Estos son los puntos más importantes del acuerdo suscrito el pasado fin de semana entre Irán y el Grupo de los 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, más Alemania):

1. Irán se compromete a detener el enriquecimiento de uranio por encima de 5 por ciento y a desmantelar las conexiones técnicas necesarias para enriquecer uranio por encima de 5 por ciento.

2. Irán se compromete a neutralizar su almacén de uranio enriquecido a cerca de 20 por ciento, a diluirlo hasta por debajo de 5 por ciento, o convertirlo a una forma no apta para su mayor enriquecimiento.

3. Irán se compromete a detener el avance de su capacidad de enriquecimiento de uranio al no instalar centrifugadores adicionales de ningún tipo ni usar centrifugadores de nueva generación, y a dejar inoperativas varias centrifugadoras, de forma que no puedan ser usadas para tal fin. Además, limitará su producción de centrifugadoras a las necesarias exclusivamente para sustituir a las que sufran fallos.




4. Irán se compromete a detener cualquier tipo de actividad en la IR-40, la central de Arak.

5. Irán se compromete a entablar una relación transparente con los equipos de inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica de Naciones Unidas (AIEA). Por ello, concederá acceso diario a los inspectores que visiten las plantas nucleares, incluyendo cámaras de seguridad para proporcionar mayor transparencia. Además, tendrán acceso a los diseños del reactor de Arak, nunca vistos hasta ahora.

6. El 5+1 e Irán se comprometen a la creación de una Comisión Conjunta que colaborará con la AIEA para supervisar el desarrollo de las inspecciones y pronunciarse sobre cualquier cuestión que pueda surgir en este sentido. De igual modo, esta comisión abordará en un momento la “posible dimensión militar del programa nuclear iraní”.

A cambio, la comunidad internacional aportará ayuda limitada, temporal, enfocada y reversible a la República Islámica, según el texto. El 5+1 se reserva el derecho a mantener el grueso de las sanciones, entre ellas las referidas a petróleo, finanzas y la arquitectura del sector bancario.

1. No se proclamarán nuevas sanciones relacionadas con el programa nuclear iraní en los próximos seis meses siempre y cuando Irán respete los compromisos del acuerdo.

2. Se suspenderán ciertas sanciones referentes al oro y a los metales preciosos, al sector automovilístico y a las exportaciones petroquímicas.

3. Se permitirá la adquisición de petróleo iraní a los niveles permitidos actualmente, significativamente reducidos, es decir, “60 por ciento menos del nivel permitido hace dos años”.

4. Además, la República Islámica podrá recibir hasta 400 millones de dólares liberados de fondos restringidos con el objetivo único de que reorganice sus instituciones educativas en terceros países para aliviar el coste de los estudios de los iraníes que cursan en el extranjero.

5. El 5+1 se compromete a facilitar las transacciones humanitarias “que estén permitidas bajo la ley estadunidense” y que han quedado “explícitamente exentas” del conjunto de sanciones aprobadas por el Congreso de Estados Unidos, por ejemplo, las relativas a la adquisición de comida, agricultura, medicina e instrumentos médicos.

Para mejor entender que significa el acuerdo, el analista de CNN, Fareed Zakaria, explica: “Si estás tratando de entender el acuerdo alcanzado entre las grandes potencias e Irán en Ginebra, he aquí una sugerencia: imagina qué habría ocurrido si no hubiera habido ningún trato.

“De hecho, uno no tiene que tener mucha imaginación. En 2003 Irán se acercó a Estados Unidos con una oferta para hablar sobre su programa nuclear. La administración Bush rechazó la oferta porque creía que el régimen iraní era débil, que había sido golpeado duramente por las sanciones y que capitularía o se colapsaría si Washington mantenía su línea dura.

“Así que no hubo trato. ¿Cuál fue el resultado? En 2003 Irán tenía 164 centrifugadoras operando; hoy cuenta con 19 mil centrifugadoras. Si se hubieran roto las conversaciones de Ginebra con Irán, Irán hubiera continuado expandiendo su programa nuclear. Sí, hoy ahora enfrentan duras sanciones, pero entonces también estaban bajo sanción.

“Y sin embargo, el número de centrifugadoras creció exponencialmente (a pesar de todas las sanciones y sabotaje. Tengan en cuenta que los costos de un programa nuclear son pequeños para un país rico en petróleo como Irán)”.

Para Zakaria, “el acuerdo que las grandes potencias han conseguido en Ginebra esencialmente congela el programa de Irán durante seis meses –y retrocede algunos de sus aspectos clave– mientras se negocia un convenio permanente. A cambio, Irán obtiene un alivio de las sanciones por 7 mil millones de dólares, una fracción de las sanciones que están en efecto. Las principales sanciones –contra su petróleo y sectores bancarios– permanecen absolutamente vigentes. Este es un acuerdo sensato –avalado por Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y China- pero solo es un acuerdo temporal y no una reacercamiento histórico [entre Estados Unidos e Irán]”.

Concuerdo con Zakaria. Habrá que observar qué sucede en los próximos seis meses para saber si Irán realmente desea un cambio en sus relaciones con occidente o si sólo está comprando tiempo para después seguir haciendo de las suyas.

Twitter: @RuizHealy
Mail: eduardoruizhealy@gmail.com
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Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=206397

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