A la violencia imparable —las cifras del Secretariado Ejecutivo del SNSP registran 17 mil 68 asesinatos en once meses del gobierno peñista—, un fenómeno canalla resurge doloroso, impune: la descomposición social que se refleja en feminicidios al alza. ¿Y el secuestro? Incontenible también.
El discurso oficialista ha quedado rebasado bajo dos realidades letales: la espiral violenta que no cesa, y las agresiones contra mujeres en varios estados.
En el último año, Amnistía Internacional (AI) en México da cuenta de dos mil crímenes contra mujeres, equivalentes a seis diarios, y alrededor de siete mil violaciones, de las cuales en sólo 5% se ha tenido a un responsable tras las rejas.
“El tema no ha sido atendido de fondo, se han generado sistemas para prevenir, pero no han surtido efectos. En coyuntura se les presta atención, pero conforme avanza el tiempo se olvidan. No ha habido una mejora”, advierte el director de AI en nuestro país, Perseo Quiroz Rendón.
Se calcula que al terminar 2013 habrá cerca de dos mil 336 feminicidios. Es la cifra de la vergüenza. De la derrota.
¿Y el secuestro?
Tan sólo durante octubre pasado se denunciaron 154 plagios a nivel nacional. Poco más de cinco al día. 35 semanales. Y eso que sólo son los que se presentan ante un MP. Muchos más se quedan en la secrecía familiar por temor a que su secuestrado sea asesinado.
Es la violencia que repunta.
Son los 17 mil 68 asesinatos que registra el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), conteo de la muerte realizado y reportado por el prestigiado semanario Zeta. A la ausencia de estrategia, la impecable ráfaga del narco. A la carencia de coordinación federal, la eficacia de la criminalidad.
Hasta ayer lunes iban 42 cadáveres hallados en 12 fosas clandestinas en La Barca, en los límites entre Michoacán y Jalisco.
Son los feminicidios que aumentan a diario.
En el Estado de México se reportan alrededor de 563 feminicidios durante los últimos quince meses, de acuerdo a cifras del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos. La vulnerabilidad de las mujeres en la entidad es tan brutal como dolorosa.
En Michoacán, cerca de 100 mujeres han sido asesinadas durante 2013, “mientras que en 2012 hubo 112 muertes violentas, quedando el 95% de los crímenes impunes “, reconoció el senador Salvador Vega Casillas. Michoacán ya se ubica entre los diez estados con mayor número de feminicidios en el país.
En Guanajuato, “la vida (de las mujeres) no vale nada…”. Se da cuenta de 63 feminicidios, información de Verónica Cruz Sánchez, directora del Centro Las Libres. “En lo que va del año, en promedio, alguna mujer ha sido asesinada cada cinco días con extrema violencia”, asegura la diputada Érika Lorena Arroyo.
En Oaxaca, de enero hasta el 22 de noviembre pasado, han sido asesinadas 64 mujeres. Hasta el momento, estos feminicidios se encuentran impunes (Quadratín Oaxaca). Los crímenes se concentran en la región Valles Centrales, seguidos de la Cuenca de Papaloapan, así como La Mixteca y La Costa. Durante 2012 se registraron 74 casos. “De 2009 a 2012, la Procuraduría General de Justicia del estado inició 260 averiguaciones previas por igual número de homicidios dolosos contra mujeres”, señala la titular del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO), Anabel López Sánchez.
En Guerrero, cada semana se registran de dos a seis feminicidios, denuncia la directora del Observatorio de Violencia Contra las Mujeres Hanna Arendt, Rosa Ojeda Rivera.
En México se cometen 6.4 feminicidios por día. (Inmujeres).
Un 95% de los feminicidios queda impune.
Ocho estados concentran 61% de los feminicidios: Estado de México, Chihuahua, DF, Guerrero, BC, Jalisco, Michoacán y Veracruz (Fuente: Estudio Nacional Sobre Todas las Fuentes, Orígenes y Factores que Producen y Reproducen la Violencia Contra las Mujeres).
Las cifras duelen. La impunidad aterra.
Para no desentonar, el alcalde de Medellín de Bravo, Veracruz, el priista Marcos Isleño Andrade, golpeó a una mujer y la envió al hospital con el tabique nasal desviado, el ojo izquierdo cerrado por un puñetazo y diversos esguinces en el cuerpo. Isleño la agredió de madrugada.
Son las ejecuciones desde que arrancó el actual sexenio, en medio de una estrategia más de papel y de saliva que de eficacia y de resultados. Ni Michoacán se ha rescatado como se presumía hace meses, ni hoy México es más seguro. El crimen organizado sigue imponiendo agenda. Y las guardias comunitarias ordenando.
Feminicidios por todos lados. Impunes.
Violencia. Y decadencia social.
Twitter: @_martinmoreno
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