No se trata de hacerse el listo o de caer en la aborrecible costumbre de autocitarse, sino de abundar en las respuestas a quienes me preguntaron ¿por qué Lázaro Cárdenas? Por lo pronto, algunos datos que ilustran su importancia: con casi 200 mil habitantes, es el cuarto municipio en población en el estado; a nivel nacional, es el tercer puerto en cuanto a la cantidad de mercancía que maneja, sólo por detrás de Manzanillo y Veracruz; por ahí entran y salen lo mismo vehículos nuevos, que productos agrícolas y minerales de todo tipo principalmente a América Latina, Estados Unidos y el hipermercado de Asia Pacífico; esas operaciones legales le representan a nuestro país una ganancia anual de más de 121 mil millones de pesos por importaciones y 43 mil millones más por exportaciones; tan sólo en lo que va de 2013 se han efectuado más de 91 mil operaciones de comercio exterior, nada más ahí, en Lázaro Cárdenas; en cuanto a pago de impuestos, con una recaudación de más de 16 mil millones, es ya la cuarta aduana marítima de todo el territorio. Lo más grave, es que aún en esta área de actividad legal, primero La Familia Michoacana y ahora Los Caballeros Templarios cobran cuotas de operación de hasta 10 por ciento a las empresas que ahí comercian.
El otro y tal vez más extenso filón de oro es, por supuesto, el tráfico ilegal en sus varias vertientes: toneladas de cocaína que vienen del sur para luego seguir, por los caminos de Michoacán y pueblos que va pasando, rumbo al norte; como ya he comentado, cientos de toneladas de fenilacetato de etilo y efedrina, precursores indispensables en la fabricación de drogas de diseño en forma de millones de dosis de crack y pastillas de éxtasis para destruir a otros tantos millones de jóvenes ; últimamente, el tráfico se ha diversificado a cientos de miles de prendas de vestir provenientes de China que aquí son reetiquetadas y acabadas en talleres clandestinos de todo el bajío con marcas internacionalmente reconocidas y que luego son reenviadas a Centro y Sudamérica; pero la santísima trinidad la complementa la extorsión; no hay ningún negocio, desde hoteles, tiendas, servicios, restaurantes, bares y cantinas de la babel en que se ha convertido este puerto, que no pague puntualmente protección a Los Templarios. El Cártel que tiene en Michoacán su Santo Grial.
Lo que asombra es que el hallazgo de este negocio ilegal de proporciones incalculables no se dio de la noche a la mañana. Es un fenómeno que se fue fraguando a lo largo de todos estos años; de las tres décadas desde que se construyó y fundó este puerto con la esperanza de impulsar el desarrollo regional en beneficio de un estado que sigue tan atrasado como entonces. Por lo que habrá mucho que investigar sobre la corrupción y la colusión de autoridades estatales y municipales que, junto con los cárteles, se beneficiaron del saqueo a que se ha sometido este enclave estratégico de nuestro territorio.
Por lo pronto, cinco mil elementos del gobierno federal se han dividido la ocupación en cinco áreas: los 113 elementos de la ridícula policía municipal han sido desarmados, retenidos y suplidos por soldados del ejército; la Policía Federal garantiza libre tránsito interno y en las carreteras aledañas; la PGR se hará cargo de revisiones portuarias; la Marina es, desde ya, responsable de la Aduana; incluso el SAT desplazó a 156 elementos para suplir a otros tantos aduanales. Como se ve, todas son acciones que confirman las evidencias de una corrupción generalizada y escandalosa.
El puñetazo en la mesa puede usted imaginárselo. Parece que al fin el hartazgo ha rebasado a la paciencia. El objetivo inmediato: cerrar su fuente de ingresos, luego cercar y exterminar a Los Templarios. Después, proseguir con La Toma de Michoacán. A ver si es cierto.
@RicardoRocha_MX Periodista
Leído en http://www.eluniversalmas.com.mx/columnas/2013/11/104451.php
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