A N A M A R í A S A L A Z A R
¿Quién detendrá el caos?
¿Vive México un momento histórico? Todo depende del espejo por donde se mira. El tsunami de reformas estructurales que se aprobó este año probablemente no tiene punto de comparación en la historia del País. Se habla de que en 2013 se aprobó legislación que abre la posibilidad de que en algunos años México sea otro país. Del dicho al hecho hay mucho trecho. Y aunque el papelito habla, la realidad es que sigue siendo una reforma en papel.
Ciertamente se aprobaron reformas muy controversiales, como la energética y la hacendaria, y seguramente habrá protestas e intentos de revertir lo aprobado en los siguientes años. Pero el gran reto para el Presidente Enrique Peña Nieto y su legado histórico será la capacidad de su gobierno para implementar estas reformas. Y la efectividad de este proceso depende de que el Presidente pueda contar con las personas y las instituciones necesarias.
Entre las secretarías que enfrentan importantes reestructuraciones están: Energía, Hacienda, Educación, Telecomunicaciones, y Gobernación. Además, se crean nuevas instituciones como el INE y la Fiscalía General, amén de fortalecer el IFAI.
Hay que saber cómo funcionan las burocracias para entender que son terriblemente inflexibles y se les dificulta enfrentar cambios administrativos y estructurales. Pueden ustedes imaginarse el desorden que le espera a la mayoría de los integrantes del gabinete y las instituciones encargadas de implementar estas reformas.
Por lo tanto, el secreto del éxito dependerá de la calidad y la capacidad de los secretarios y los otros funcionarios, que tendrán que ser excepcionales. Porque las expectativas son, desafortunadamente altísimas. Los beneficios de las reformas tienen que sentirse en 2014, aunque la mayoría de los analistas ha señalado que podrían pasar años, en algunos casos décadas, antes de que la población pueda sentir un beneficio sistemático gracias al trabajo de los legisladores en este año. Para ello será fundamental que el Presidente reconsidere quiénes son los responsables de implementar y cuidar estas reformas.
¿Saldrán libres algunos de los criminales más peligrosos porque se "pierde" un documento debido a la transición de PGR a la Fiscalía? ¿Qué pasaría si hay un acto de sabotaje en contra de uno de los oleoductos como protesta a las reformas? ¿Qué pasaría si la SEP es incapaz de pagar la nómina del millón de maestros en el País? ¿Y si la Corte avala los amparos demandados por las empresas afectadas por los nuevos impuestos? ¿La creación de la Fiscalía y la Comisión Anticorrupción implica borrón y cuenta nueva para todos los funcionarios corruptos que enfrentan una investigación? ¿Qué hará el Estado mexicano para detener la racha de masacres ligadas al crimen organizado si las instituciones con la responsabilidad de impartir justicia están en un proceso de reestructuración? ¿A la muerte del Pacto por México, volveremos a un ambiente de confrontación entre partidos y Gobernación? ¿Y si nos fallan las predicciones para el año que entra y México sólo crece 1 por ciento? Y la pregunta que se hacen todos los inversionistas: ¿será la consulta ciudadana la que derrumbe los sueños de reformas de Peña Nieto?
Esta lista de preguntas es sólo un ejemplo de las situaciones que podría enfrentar el País y que podrían, en algunos casos, producir una crisis de gobernabilidad. Por eso la importancia de que el Presidente tenga un gabinete compuesto por personas extraordinarias. Maquiavelo dijo que el gobernante es odiado tanto por las buenas obras como por las infames. Por lo tanto, señor Presidente, apuéstele a su legado, porque a corto plazo la plaza se va a desordenar.
www.anamariasalazar.com
@amsalazar
Analista política
Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104
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