sábado, 14 de diciembre de 2013

Raymundo Riva Palacio - La debacle de la izquierda

PRIMER TIEMPO: Ideología más inteligencia emocional, no suma dos. El jueves hubo un desayuno en el hotel Four Seasons de la ciudad de México, donde el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, y el coordinador del PAN, Luis Alberto Villarreal, aceptaron la propuesta del coordinador del PRD, Silvano Aureoles, para que la Reforma Energética fuera discutida en comisiones. Con ese acuerdo terminó el desayuno, y pocos minutos después, cuando Beltrones se trasladaba a San Lázaro, le avisaron por teléfono que el PRD había tomado la Cámara y no dejaba entrar a nadie. Molesto como muy pocas veces lo habían visto, dicen, le habló a Villarreal para decirle que el PRD había roto el acuerdo y propuso que fueran con todo por la aprobación inmediata de la reforma. Aureoles había sido rebasado totalmente. La dirigencia del PRD quería la discusión en comisiones para intentar que las reformas constitucionales se limitaran al 27 constitucional, en apego a la reforma petrolera de Lázaro Cárdenas, y que se mantuvieran inamovibles el 25 y el 28. 






Pero en el PRD, las corrientes políticas son tribus, que se comportan tribalmente. En San Lázaro, sin preguntar cuál era la estrategia a seguir, sellaron las calles con el apoyo del partido que quiere nacer Morena, de Andrés Manuel López Obrador, para impedir el acceso de los diputados. Adentro levantaron murallas con sillas en las puertas y pusieron cadenas para que nadie entrara al salón del pleno. La defensa de la Patria, reducida a la toma de un salón. El momento para la batalla de los símbolos estaba rebasado; tendrían que haber leído el reglamento para darse cuenta que esa lucha sería estéril. El presidente de la Cámara, el panista Ricardo Anaya, analizó con el comisionado de Seguridad Pública federal, Manuel Mondragón, si utilizaban la fuerza de la Policía Federal para permitir la deliberación, pero ni necesidad hubo. La sesión se trasladó a otra sala en San Lázaro. Fue incómodo, pero salió la reforma constitucional. Y lo que había arreglado la dirigencia del PRD fue sepultado… por el PRD. El suicidio político está en las venas de muchos de ellos que, al final, dijeron que el objetivo de que no se aprobara la Reforma Energética en el salón de sesiones, se había logrado. Sí, ajá.

- SEGUNDO TIEMPO: Cuando la oportunidad se va por el caño. Sin duda el PRD fue el protagonista de las sesiones parlamentarias sobre la Reforma Energética. Pero que nadie se equivoque. No fue por la puntualidad de sus observaciones —¿cómo se explica más allá de la retórica, que no hay privatización de patrimonio cuando los inversionistas privados podrán contabilizar fiscalmente las reservas de petróleo?—, o las críticas fundadas —¿cuál es el milagro que al quitar el subsidio a la energía eléctrica, bajará el costo de la luz?—, o los cuestionamientos prácticos —¿por qué el sindicato petrolero no conservó un asiento en el Consejo de Administración de Pemex, como en otras naciones con modelos similares?—, sino porque el debate se hizo en forma rupestre. Karen Quiroga, que pertenece a una de las tribus de la izquierda radical en Iztapalapa, no encontró mejor recurso que el puño en el ojo de una diputada del PRI. Antonio García Conejo, michoacano medio hermano del coordinador perredista en San Lázaro, Silvano Aureoles, usó los recursos técnicos de un table dance: se desnudó en la tribuna, como metáfora del “despojo” que se hará a los mexicanos con la reforma. La ausencia de buenos abogados y técnicos llevó al PRD a entrar en un debate largamente anunciado de manera irresponsablemente improvisada. Los planteamientos ideológicos o los momentos de emotividad —el senador Manuel Camacho, ausente de palabras, retransmitió el discurso de Lázaro Cárdenas del 18 de marzo de 1938—, despilfarraron la oportunidad que tenía la izquierda mexicana de mostrar capacidad técnica, conocimiento legal y habilidad dialéctica para introducir la duda sobre las bondades anunciadas de la reforma. Nunca como la semana pasada tuvieron a la mano las posibilidades de haber modificado la reforma, con argumentos en la tribuna y en los medios, que se les abrieron sin condiciones para que explicaran sus objeciones. Pero decidieron ir por otro camino y tirar la oportunidad por el caño. Perdieron ellos, la izquierda y el país, que en este momento esperaba de ellos que fueran el balance del debate, no su burla.

- TERCER TIEMPO: Peor que quedar descuadrado, es moverse en la confusión.Totalmente noqueado, el PRD no atina qué hacer. Dice el presidente del partido, Jesús Zambrano, que el Pacto por México lo rompieron el PRI y el PAN con las reformas política y energética, por lo que no regresarán. Para efectos prácticos, al ya no haber más reformas de gran calado en el horizonte, son desechables. Lo deben saber, porque tan pronto votó el Congreso la Energética, Zambrano, buscó elevar el costo político al anunciar que cercarán los congresos locales donde deberá aprobarse en un mínimo de 17 para que la reforma sea Constitucional y entre en vigor, aunque la realidad —lo sabe—, es que sus posibilidades de movilización son limitadas, como demostró la mediocre protesta del PRD y de los seguidores de Andrés Manuel López Obrador en las calles de la ciudad de México esta semana, donde al Armagedón anunciado se quedó en actos testimoniales. Lo más sonoro fueron las bocinas de concierto de rock que instalaron en el Ángel de la Independencia día y noche, insoportables en un principio hasta que bajaron el volumen y llegar a ser imperceptibles. Pero, como dijo Zambrano, las marchas y protestas serán ahora ininterrumpidas hasta 2015, cuando se pueda hacer la consulta popular. O sea, ¿18 meses de protestas del PRD en las calles vienen por delante? Parece un salto al vacío. Si se desinfla, Zambrano quedará como mentiroso; y si se mantiene, como dijo un priista este viernes al pensar en el desgaste de la izquierda: “Nos vemos en las urnas”.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx
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