El 5 de febrero, Castillo, acompañado por el general Miguel Ángel Patiño, comandante de la 43a Zona Militar, y Enrique Galindo Ceballos, el comisionado de la Policía Federal, presidió una reunión con ganaderos, comerciantes y autodefensas en la arriba mencionada población michoacana. La reunión no fue privada y asistieron quienes quisieron.
Entre los que quisieron estaba un individuo llamado Juan José Farías Álvarez, hermano del expresidente municipal priísta de Tepalcatepec, Uriel Farías Álvarez, quien gobernó ese municipio de 2008 a 2011. Uriel, quien también responde al apodo de El Paisa, fue uno de los 11 presidentes municipales arrestados el 26 de mayo de 2009 después de ser acusados de estar vinculados con la delincuencia organizada. La acusación contra él fue de que estaba vinculado con el cártel de La Familia Michoacana, pero fue liberado el 29 de enero de 2014 después de que el juez que llevaba la causa determinó que la Procuraduría General de la República fue incapaz de comprobar su culpabilidad.
Regresemos a Juan José Farías Álvarez, quien en su pueblo también es conocido como El Abuelo. El 5 de febrero no solamente asistió a la reunión mencionada sino que platicó con Castillo. La conversación entre ambos fue fotografiada y ampliamente difundida, originándose el escándalo mediático correspondiente.
Al día siguiente se difundió en todos los medios y redes sociales que para la PGR, El Abuelo ha sido identificado como un integrante del Cártel de Los Valencia, directamente vinculado con el chino Zhenli Ye Gon y con Rubén o Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, jefe del cártel de Jalisco Nueva Generación. Según la misma PGR, Juan José organizó un grupo de gatilleros dedicados a matar miembros del cártel de Los Zetas, a policías municipales y a otras personas.
También se le responsabiliza de haber ordenado el secuestro y asesinato, el 18 de enero de 2008, del entonces director de Seguridad Pública de Tepalcatepec. Por si todo lo anterior no fuera suficiente, también de ordenar secuestros, extorsiones y traficar con drogas.
Lo curioso del caso es que ,pese a lo que la PGR sospecha de él, hasta el momento no le haya probado nada quién sabe por que razones.
Este es el individuo que participó en la reunión que presidieron el comisionado para la Seguridad y Desarrollo de Michoacán, el comisionado de la Policía Federal y el militar de mayor jerarquía en Michoacán, sin que ninguno tuviera la menor idea de quién se trataba. Grave error.
Castillo ha explicado que en esas reuniones no se le pide a nadie que se identifique mediante la presentación de su credencial de elector, lo cual es injustificable y absurdo si se considera la situación que priva en la entidad.
La lógica indica que para participar en una reunión como la del 5 de febrero sería necesario identificarse y que las autoridades tendrían una lista donde aparecieran los nombres de aquellos cuyos antecedentes los convierten en una amenaza potencial para la seguridad de los asistentes.
Ignoro si El Abuelo u otros que estuvieron en la reunión estaban armados. Tal vez ni en eso se fijaron quienes organizaron el evento. Otro grave error. El omitir una revisión puso en riego la integridad física de Castillo, de sus acompañantes y de todos los demás asistentes.
Queda en mi la idea, pese a las explicaciones de Castillo, que la reunión del 5 de febrero se organizó al aventón, sin mayor consideración de por medio. Solo espero que la estrategia para combatir al hampa en Michoacán esté mejor planeada y ejecutada.
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