miércoles, 12 de febrero de 2014

Jorge Consuegra - Cataraminto Regulary

Jorge Consuegra
1949
Colombia

Cataraminto Regulary

–¿Jugamos? –le dijo, acariciándole la cabeza.

–¡Claro! –y el pequeño corrió a su lado.

–¿Cómo está la luna?

–Siempre bella, alta y brillante, sonriéndole a la noche.

–¿Y las estrellas?

–Jugando. A veces están acá, a veces más allá, pero siempre jugando.

–¿Y no has vuelto a ver los luceros?

–Cuando salen tantas estrellas, se esconden, por eso sólo aparecen cuando empieza a amanecer.

–¿Y cuando están todos juntos se ponen a bailar?






–Bailan, juegan y hasta se ponen a dibujar en el cielo. Aparecen, entonces, los capricornios, caballos, los hombres con sus arcos, los peces, los escorpiones, y muchas figuras más.

–¿Y al llegar el sol todo se acaba?

–Sí. Pero entonces la luna a veces le coquetea y sale a pasear al mediodía. Ella por un lado y él por el otro hasta que cae la noche.

–¿El lirio es el rey?

–Sí. Es el rey de todas las flores. Primero aparece como un alfil y poco a poco va extendiendo su capa de rey.

–¿Y la orquídea?

–Es la reina. Con su fino vestido llena de color la primavera. Además, es fina en su vestir.

–¿Y qué color le gusta?

–Los tonos eternos del gusto: El violeta. Tú sabes que es un color del silencio, de la calma.

–¿Y no es la rosa la reina de las flores?

–No, padre. Es muy linda, hermosa, pero no es la reina. Digamos más bien, que es la hija más linda de las flores. Pero no la reina.

–¿Pero no se viste con todos los colores del arco iris?

–¡Claro! Se viste de amarillo y de rojo y de rosado y de blanco. Es muy linda sus pétalos son vistosos, muy bien creados, pero no es la reina.

–¿Y el clavel?

–Es rebelde, padre, por eso anda por ahí sin valor. Sólo el día de las madres se viste de blanco y a veces los toreros los lucen de rojo.

–¿Y el pensamiento?

–Es muy reservado. Dala sensación de que no quiere crecer. Es sumiso.

–¿Podemos hablar del roble?

–Es el patriarca de las plantas. Es grande, grueso, serio, muy firme, lleno de ramas y follaje, codiciado por todos los hombres. Es el Gran Árbol. Es muy fino en sus modales. Tiene un gran mando. Es un Gran Señor.

–¿Y el ciervo es triste?

–Triste pero al mismo tiempo alegre. Salta como nadie y alegra a las mariposas. Tiene gracia al andar y una inmensa ternura reflejada en sus ojos.

–¿El reno?

–También es un señor, con su gigantesca cornamenta lo convierte en un gran varón.

–¿El búho?

–Inteligente, muy inteligente. Siempre piensa antes de hablar. Mira sin descanso, oye con cuidado. Es excesivamente reservado.

–¿El toro?

–Hermoso cuando sale al ruedo. Agresivo, duro, de hermosa cornamenta. Y no se rinde ni a la hora de la muerte.

–¿Todos los niños son alegres? 


–Todos y casi todos.

–¿Todos y casi todos? – ¿Qué me quieres decir hijo?

–Todos somos alegres, pero a veces somos casi todos porque...porque yo creo padre, que siempre la alegría se acaba.

–¿Y a ti cuándo se te acaba la alegría?


 –Cuando recuerdo que no puedes ver...



Leído en http://cuentobreve.blogspot.mx/2006/10/jorge-consuegra.html

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