-¡Ay, güey!
Ni cuando ‘El Piojo’ terminó, con su reconocida elocuencia, de exponerle la invitación para integrarse a la Selección, comentó:
-¡Gracias, cabrón, pero no!
Las expresiones arriba citadas, sin el “pero no”, las soltó al recibir el Globo de Oro otro mexicano ilustre, quien como Vela se niega a dar lustre a su País: el cineasta Carlos Cuarón.
Y es que según acaba de declarar Cuarón, si su película “Gravedad” gana el Oscar a Mejor Director, uno de los 10 a los que está nominada, con eso no gana nada México.
“Yo nunca he pretendido que Gravedad es una película mexicana”, expresó Cuarón, del mismo modo que Vela no saca a relucir una Bandera mexicana cada vez que anota un gol con la Real Sociedad- cuatro banderas hubiese necesitado en reciente partido-.
Añadió Cuarón: “Es película de un mexicano, escrita, dirigida, producida y editada por un mexicano.”
Pero él no la considera una cinta mexicana, como su célebre “Y tu mamá también”, título quizá plagiado a un pescador de Alvarado, Veracruz. Y pide Cuarón que, en cambio, se tome en cuenta a directores de películas, esas sí, mexicanísimas como Heli -¿en la versión gringa se titulará Infierno?-, por la que Amat Escalante fue considerado mejor director en Cannes, mismo título que obtuvo en San Sebastián Fernando Eimbecke con Club Sándwich -director y película de nombres también mexicanísimos-.
Le preocupa que estos y otros directores, menospreciados en su País, tengan que emigrar como él -que vive en Londres- o Vela -que vive en España- dejando a México sin la oportunidad de ganar el Oscar con una cinta mexicanísima como las que hacía el Indio Fernández, que era feo, pero buen director, o que México gane la Copa del Mundo con Oribe Peralta, que es goleador, aunque no tan guapo como Carlos Vela.
Todo lo anterior nos lleva a pensar cómo ha evolucionado la mentalidad del mexicano.
¡Cuánta modestia de estos dos chicos, comparada con el orgullo de un Echeverría que concibió su teoría del Tercer Mundo y, para que todos supieran que era un plan mexicano, lo lanzó ataviado con una guayabera yucateca y un sarape de Saltillo al hombro y llevando del brazo a una señora vestida de Tehuana, pero que no mesera del Sanborns, sino la compañera María Esther!
Cuánta diferencia entre la sencillez de Alfonso Cuarón y Porfirio Muñoz Ledo, quien dio machincuepas cuando le encargó Mancera coordinar la Reforma Política del DF o entre Carlos Vela, quien festeja discretamente sus goles, y Andrés Manuel López Obrador, quien da saltos de gusto no cuando gana la Presidencia de la República: cada vez que conecta un jonrón en la Liga de Veteranos.
Y perdone el señor Cuarón que lo inmiscuyamos en estos temas políticos, pero él fue el primero en abordar. Declaró: “Habían prometido que al vender el País iba a haber seguridad, pero ahora se está vendiendo el País y la seguridad está peor”. Sí: por temor a ser asaltados en la calle, muchos burgueses no fueron a ver su película, en cambio los rotos, a quienes ni pelan los asaltantes, asistieron por miles a ver el bodrio de Eugenio Derbez. (Que tampoco hemos visto).
De Velita no volvemos a ocuparnos. Ya lo defendió Hugo Sánchez y eso dice todo.
¡RRIINNGG!
-Bueno, Oficina del Jefe de Gobierno del DF..
-¿Ya sabe Mancera que un ex Presidente avala su idea de un debate para la legalización de drogas?
-¡Si nos apoya Carlos Salinas ya la hicimos!
-No: lo apoya Ernesto Zedillo..
-Hmm..
EPIGRILLO
Asaltó una joyería y lo presumió en Facebook.
La Policía ni sabía, porque ni lee ni un book.
Leído en http://www.am.com.mx/opinion/leon/cuaron-y-vela-7001.html
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