lunes, 24 de marzo de 2014

Eduardo Ruiz Healy - ¿Fracasó la mal llamada reforma hacendaria?

En lo que información de la realidad económica del país se refiere, las últimas semanas han sido pródigas en malas noticias.

Definitivamente, de acuerdo a los datos que se han publicado, las cosas no marchan nada bien y todo indica que los resultados económicos del primer trimestre de este año serán pésimos.

La más reciente de las malas noticias la difundió el pasado sábado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al dar a conocer los resultados correspondientes a enero de su Encuesta Mensual sobre Establecimientos Comerciales, la cual cada mes se realiza en 37 áreas urbanas del país, que son: Acapulco, Aguascalientes, Campeche, Cancún, Chihuahua, Coatzacoalcos, Colima, Cuernavaca, Culiacán, Durango, Guadalajara, Hermosillo, Ciudad Juárez, León, Matamoros, Mérida, Mexicali, Ciudad de México, Monterrey, Morelia, Nuevo Laredo, Oaxaca, La Paz, Puebla, Querétaro, Reynosa, Saltillo, San Luis Potosí, Tampico, Tijuana, Toluca, Torreón, Tuxtla Gutiérrez, Veracruz, Ciudad Victoria, Villahermosa y Zacatecas.






Nos enteramos así que en el primer mes de este año las ventas al mayoreo realizadas por los comercios del país cayeron 0.51% respecto a diciembre de 2013 y que las ventas al menudeo disminuyeron 0.33%. También, que comparadas con enero de 2013, las ventas al mayoreo aumentaron 1.1% pero que al menudeo las ventas se redujeron 0.3%.

Lo que el INEGI nos dice es que en enero de 2014 los mexicanos consumimos menos que en enero de 2013. Así de fácil.

Lo reportado el sábado por INEGI no es tan dramático como lo que a principios de este mes dio a conocer Wal-Mart de México (Walmex): que sus ventas a tiendas iguales –aquellas con más de un año de operación- cayeron 0.8% en febrero. Si consideramos que 50% de las ventas al menudeo en el país las realiza esta empresa a través de sus tiendas Wal-Mart, Superama, Suburbia, Bodegas Aurrerá Express y Sam’s Club, la baja es sumamente preocupante y más si se toma en cuenta que también en enero sufrieron una caída, catastrófica, de 3.8%.

Como lo escribí aquí el viernes pasado, el secretario de Hacienda Luis Videgaray reconoció un día antes que la reforma hacendaria generó “una pérdida de dinamismo en la demanda agregada del país”.

La verdad es que dicha reforma junto con el draconiano Código Fiscal de la Federación (CFF) han afectado gravemente a la economía, la cual no crecerá el 3.9% estimado por los analistas de Hacienda.

Varios economistas me aseguran que la severidad de las penas que impone el CFF a quien se atreve a violar las leyes fiscales ha provocado que cada vez más mexicanos opten por pagar en efectivo todo lo que así pueden comprar; que las tarjetas de crédito han dejado de usarse por quienes disponen de dinero en efectivo; que los compradores cada vez solicitan menos facturas a quienes les venden productos y servicios, sobre todo de aquellos que ya no son deducibles de impuestos. Todo ello para evitar ser rastreados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT). También me dicen que cada vez son más quienes piden que no se les cobre el IVA a cambio de pagar en efectivo sin que el vendedor expida la factura correspondiente.

La reforma hacendaria no sólo ha generado “una pérdida de dinamismo en la demanda agregada del país”, como aceptó Videgaray, parece ser que está contribuyendo a que la economía informal adquiera más fuerza que la que tenía.

Todo lo anterior hace que muchos nos preguntemos si dicha reforma ya fracasó, por lo menos en lo que a incentivar la economía se refiere. Si la respuesta a esa pregunta resulta ser afirmativa es necesario plantearnos otra: ¿qué es lo que piensan hacer Peña Nieto y Videgaray para corregir el entuerto generado por la Ley de Ingresos y el Código Fiscal aprobados por los legisladores priístas y perredistas en octubre pasado?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.