lunes, 31 de marzo de 2014

Eduardo Ruiz Healy - Línea 12: Irresponsabilidad y probable corrupción de Ebrard y otros

Mariana Campos (@mariana_c_v), coordinadora del Programa de Gasto Público y Transparencia de México Evalúa (www.mexicoevalua.org), la ONG que se define a sí misma como “un centro de pensamiento y análisis que se enfoca en la evaluación y monitoreo de la operación gubernamental para elevar la calidad de sus resultados”, presentó ayer en mi programa de radio y TV un interesante estudio titulado “Principales factores que generan anomalías en la ejecución de proyectos de infraestructura (1999-2010)”.

En su estudio, Mariana anota que “la causa fundamental de los desfases técnicos es el insuficiente desarrollo de los proyectos ejecutivos, lo cual propicia anomalías como falta de ingeniería de detalle, indefinición de la tecnología por usar, imprecisión del sitio de construcción, entre otras. La ausencia de estudios de mecánica de suelos, topográficos, geológicos, ambientales, al igual que de normas técnicas también se consideran en esta categoría, así como bases de licitaciones inadecuadas, licitaciones mal evaluadas o insuficiencia de personal técnico. En muchos casos, los trabajos que no tienen el proyecto ejecutivo totalmente terminado inician un proyecto limitado con ingeniería básica”.







Al referirse a la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, Mariana señala que la Auditoría Superior de la federación (ASF) realizó tres auditorías de inversiones físicas a la obra, en 2009, 2010 y 2011. “La auditoría de 2010 tuvo un dictamen limpio y la de 2011 con salvedad, pues no se acreditó el pago de 32 millones de pesos en trabajos que no se ejecutaron como escaleras eléctricas, rampas y elevadores”.


Sin embargo, anota, por diversos motivos “el dictamen de 2009, fue negativo”. Entre estos motivos están los siguientes:

1. No se realizó el estudio de costo-beneficio para los tramos que se modificaron del trazo original, así como ni hubo dictamen de factibilidad técnica, económica y ambiental en esos tramos.

2. Se detectó que los apellidos del director general del Proyecto Metro del DF (Enroque Horcasitas) coinciden con uno de los directores generales de Construcción ICA (Luis Horcasitas, su hermano). Se advirtieron modificaciones con ventajas para el consorcio, incrementando costos de estaciones y tramos a cargos de ICA de 2% a 169%, y también aumentaron los porcentajes de los anticipos del 21% al 38% en detrimento de los intereses del Gobierno del Distrito Federal (GDF).

3. Los estudios y proyectos ejecutivos no se ajustaron a las condiciones físicas del terreno urbano.

4. Reportó en forma deficiente a la Cuenta Pública.

5. Hubo un seguimiento inadecuado al resolutivo del impacto ambiental.

En lo que al dictamen de 2011 con salvedad se refiere, éste señaló que:

1. No se acreditó el pago de 32 millones de pesos por trabajos que no se ejecutaron.

2. Se incumplió la normativa en las instalaciones para personas con discapacidad.

3. Faltó el suministro e instalaciones de equipos electromecánicos.

Hasta aquí lo que anota Mariana Campos con relación a la Línea del 12 del Metro.
Después de leer este estudio concluyo que los funcionarios del GDF que de alguna manera participaron en la construcción de la Línea 12, desde Marcelo Ebrard hasta quién sabe qué nivel de burócratas, pasando por Enrique Horcasitas, actuaron de manera irresponsable y probablemente corrupta, encareciendo la obra y, peor aún, poniendo en riesgo la vida de cientos de miles de usuarios de la estúpidamente llamada Línea Dorada.

Si México fuera un país en donde la impunidad no prevaleciera Ebrard y los demás irían a la cárcel. Para nuestra desgracia éste no es el caso y tanto él como sus cómplices seguirán riéndose de nosotros durante el resto de sus vidas.
 



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