viernes, 21 de marzo de 2014

Eduardo Ruiz Healy - Videgaray empieza a aceptar algunos hechos

El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, fue uno de los 40 oradores que ayer hablaron en el evento denominado “Cumbre Económica de México”, que se realizó en la Ciudad de México bajo los auspicios de Bloomberg, la agencia estadounidense de noticias de negocios, finanzas y economía.

Naturalmente que, de los 40, era él al que más deseaban escuchar los asistentes de esta “cumbre”.

En su discurso habló de las reformas estructurales emprendidas por el gobierno del presidente Enrique Peña, mencionó brevemente la laboral y dedicó poco más tiempo a la de telecomunicaciones, a la de competencia económica y a la financiera. Calificó a la energética como “tal vez la de mayor calado y la que genera una mayor expectativa, va exactamente en la misma dirección, al permitir la competencia hay una mayor inversión en nuestro sector energético, lo que se busca no solamente es crear empleos, sino también lo que se busca es generar mayor competitividad para la economía mexicana, a través de mejor acceso a la energía, al gas, a la electricidad”.






También comentó diversos asuntos que deben estar incluidos en un discurso de un secretario de Hacienda y concluyó diciendo que “el Gobierno está comprometido y con la gran convicción en que estos cambios se traduzcan en lo que es verdaderamente importante, no en los grandes números de la economía sino en los números (…) importante y es cuánto van a los mexicanos por su trabajo, cuál es el gasto que tienen las amas de casa para realizar las compras familiares, cómo afecta los números de la macroeconomía a la economía de las familias y a las grandes mayorías de los mexicanos”.


Llamó la atención que en ningún momento de su discurso hablara de la llamada reforma hacendaria y social que, cuando fue aprobada por el Congreso en octubre del año pasado, nos fue presentada por el gobierno “como una parte fundamental de crear un México más próspero y más equitativo”.

Fue obvio que Videgaray no quería entrarle al tema de lo que para muchos no pasa de ser una miscelánea fiscal y del draconiano Código Fiscal de la federación aprobados por una alianza de legisladores del PRI y PRD. Resultó más que evidente que no quería hablar de lo que para muchos es una de las principales razones que explican el débil desempeño de la economía en lo que va del año.

Sin embargo, durante la breve sesión de preguntas y respuestas que hubo después de su discurso, alguien opinó que la reforma hacendaria ha generado un mal clima de negocios en nuestro país, opinión que recibió el apoyo de gran parte del público.

Ante eso, a Videgaray no le quedó otra alternativa que aceptar que la reforma hacendaria generó “una pérdida de dinamismo en la demanda agregada del país”. Sin embargo, se negó a aceptar que sea necesario modificar el estimado gubernamental de crecimiento económico para 2014, que es de 3.9%, porque “no hay elementos suficientes para recortar el pronóstico de crecimiento económico”.

No me queda la menor duda que tarde o temprano tendrá los elementos suficientes el señor secretario. Comprendo que no quiera aceptar lo inevitable: que la economía tal vez crezca menos que un 3% este año, como ya lo están pronosticando la mayoría de los analistas económicos.
Muchos comentaron, después del evento, que les sorprendió gratamente que Luis Videgaray aceptara que su reforma fiscal ha afectado el desempeño económico de México. Algunos creían que nunca lo aceptaría.

Es bueno que Videgaray empiece a aceptar públicamente la realidad de las cosas. Al hacerlo puede rectificar el camino y corregir los errores.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.