martes, 8 de abril de 2014

Eduardo Ruiz Healy - La realidad de México en números

Desde que me inicié en el oficio de opinar de manera profesional, en el lejano 1982, con frecuencia he sido calificado de pesimista, amargado, catastrofista, alarmista, agorero del desastre y hasta traidor a la patria. Todo por no compartir el optimismo que sobre el futuro del país tienen millones de mexicanos; optimismo que está basado en uno o varios de muchos factores, entre los cuales destacan la ignorancia, el optimismo irracional, la negación de la realidad, las falsedades que se enseñan en el sistema educativo o difunden por los medios de comunicación, la propaganda gubernamental, y los diagnósticos equivocados o sesgados realizados por los analistas de los sectores gubernamental y financiero.

Para mí, los números no mienten y desde siempre me he basado en ellos para llegar a mis conclusiones sobre la economía de nuestro país. Hoy voy a compartir algunos de ellos con el fin de que ustedes vean, como yo la veo, la dura realidad que enfrentamos los mexicanos.






El Índice Global de Progreso Social 2014 (IGPS) publicado por Social Progress, una organización no gubernamental (ONG) con sede en Estados Unidos, se difundió a principios de la semana pasada. Como lo explicó José Luis Romero Hicks en mi programa de radio y TV de ayer, el IGPS 2014 “presenta un marco de medición integral y robusto del desempeño social y ambiental de los países que puede ser utilizado por los tomadores de decisiones de política y negocios, así como por la sociedad civil para mejorar el progreso social de los países a la par que se logra la prosperidad económica. El estudio define el progreso social como la capacidad de una sociedad para satisfacer las necesidades humanas básicas de sus ciudadanos, establecer los elementos básicos que permitan a los ciudadanos y las comunidades mejorar y mantener su calidad de vida, y crear las condiciones para que todas las personas alcancen su máximo potencial. De esta definición se derivan las tres dimensiones del Índice: Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidades, medidas a través de 54 indicadores sobre un total de 132 países”


En el IGPS 2014, México ocupa el lugar 54 de entre los 132 países analizados. En cuanto a las tres dimensiones del Índice, México está en el lugar 76 en Necesidades Humanas Básicas, en el 72 en Fundamentos del Bienestar y en el 47 en Oportunidades.

La primera dimensión, Necesidades Humanas Básicas, se divide en cuatro subíndices, ocupando nuestro país el lugar 42 en Nutrición y asistencia médica básica, el 56 en Agua y saneamiento, el 34 en Vivienda y el 124 en Seguridad personal. La segunda dimensión, Fundamentos del Bienestar, también se divide en cuatro subíndices, ocupando México estas posiciones: 68 en Acceso a conocimientos básicos, el 87 en Acceso a la información y las comunicaciones, el 54 en Salud y bienestar, y 76 en Sustentabilidad del ecosistema.

La tercera dimensión igualmente está dividida en cuatro subíndices. México queda así en cada uno de ellos: 47 en Derechos personales, 47 en Libertad personal y de elección, 82 en Tolerancia e inclusión, y 59 en Acceso a educación superior.

Estos son los números más recientemente publicados que me hacen concluir que la situación de nuestro país es difícil. Muy difícil en algunos rubros, como el de Seguridad Personal, en donde sólo ocho países están peor que México: Honduras, República Dominicana, Chad, Sudáfrica, República Centro Africana, Venezuela, Nigeria e Irak.

Es obvio que nos falta mucho, tanto en términos de recursos como de tiempo, para remontar los lugares que arriba se anotan.

Por afirmar lo anterior, ¿soy pesimista, amargado, catastrofista, alarmista, agorero del desastre o traidor a la patria? No. Simplemente veo las cosas como son; como me lo muestran los números.




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