Marco Antonio Flota - ¡No Judas, Pilatos!

Se disponía el Jefe de Gobierno a dar su primera conferencia de prensa del Viernes Santo. Bebió un trago de agua “Perrier”, con dispensa eclesiástica, porque en Iztapalapa no hay agua ni para bendecir. Y cuando iba a dar la voz de salida para el inicio del evento,  sintió el remezón.

-¿Qué ocurre?... preguntó a su secretario de Gobierno.

-¡Está temblando, patrón!, contestó Héctor Serano.

-¡Ya lo sé,  estoy temblando desde que se descubrió lo de la Línea Dorada! ¿Pero ahorita qué pasa?

-Es un sismo...








-¡En el DF ya no hay ismos... ni  Ebrardismo, ni Camachismo, ni Bejaranismo! Queda por ahí la resaca de Andrés Manuel, pero ese no es ismo: espejismo.

-Para que me entienda, señor: tenemos un  movimiento telúrico de 7 grados en la escala de Richter.

-Pues eso di. ¿Hay daños graves, derrumbes?

-De momento no, pero parece que está por caerse un León.

-¿Uno de los Leones de la entrada de Chapultepec?

-No, señor:  se va caer Rufino H. León, porque no ha dado el ancho en la  SETRAVI.

-¡No es momento de grillas, Serrano! ¡Vamos a hacer el recuento de daños!

Y se encerraron a analizar el costo político de la Línea Dorada, la organización de la Policía, la desorganización del crimen organizado, las granizadas -¿se podrá almacenar el granizo para la pista de hielo de diciembre?-. Porque el temblorcito sólo fue de chiste.

Se quedaron sin usar todos los trajes de Poncio Pilato: era el personaje que todo el Gabinete escogió para representar en la Pasión. De todos modos, en Iztapalapa no había agua para lavarse las manos.

MICRO-OBUSES

Las 7 Palabras: “¡Perdónalos, Señor, no saben lo que hacen!”.  Dijo el Mesías y se fue a presidir otro evento de Morena.

Respetó la liturgia el Rey de la Basura, ex líder del PRI: el Jueves Santo cumplió con la visita de Las 7 Casas. Bueno, la grande y las 6 chicas.

Que la senadora Barrales quería hacer el papel de la Magdalena. Sólo que la Magdalena si lloró y se arrepintió cuando le descubrieron los enjuagues de su plan de becas.

Pero tampoco es su culpa: la senadora , recordando su época de azafata de aviación, repartió apoyos como cacahuates.

Invitaron a Ebrard a hacer el papel de Judas. Pero no aceptó, aunque le iban a pagar 489 millones de monedas, más IVA.

Tampoco quiso participar en la Pasión don Cuauhtémoc Cárdenas: le ofrecieron el personaje de Centurión, pero él escuchó: “Centenario”.

Y el Jefe Mancera también se negó a tomar parte en el rito religioso: iban a crucificarlo entre Marcelo Ebrard  y Enrique Horcasitas, pero no se pusieron de acuerdo respecto a cuál era el Buen Ladrón.

OIDO EN  LA JEFATURA DE POLICIA

-¿Cuál fue el saldo de la representación en Iztapalapa?

-No sé, mi comandante, como no hay bancos hasta el lunes.

Leído en http://www.am.com.mx/opinion/leon/no-judas-pilatos-8488.HTML