miércoles, 28 de mayo de 2014

Eduardo Ruiz Healy - Macro vs. micro

A juzgar por las declaraciones más recientes de los secretarios de Hacienda y de Comercio, Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo, respectivamente, la economía de México no enfrenta problemas graves a pesar de su mediocre desempeño durante los cuatro trimestres de 2013 y el primero de este año. El primero aseguró que el nuevo estimado de crecimiento económico para nuestro país en 2014, de 2.7 por ciento, es superior al que tendrán Estados Unidos, Europa y varios países latinoamericanos. El segundo, al comentar sobre la reducción de 3.9 a 2.7 por ciento en la proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) dijo que “no hay un impacto sobre generación de empleos ni sobre el crecimiento real del proceso. Simplemente se determina que la cifra original se corrige al 2.7 por ciento”.









El cauto optimismo de ambos funcionarios contrasta con el claro pesimismo que la mayoría de los mexicanos manifiesta en torno a su economía personal, como puede deducirse de una encuesta realizada a nivel nacional la semana pasada por Ipsos Bimsa.


Ayer, el director de la empresa encuestadora, Juan Azcárraga (@juanazcarraga en Twitter), presentó los resultados de dicha encuesta en el programa que conduzco en Grupo Fórmula Radio-TV-Internet. A continuación lo más importante de la misma.

Se les pidió a los encuestados que dijeran sin aumentaron o disminuyeron diversos factores relacionados con su propio trabajo. Esto es lo que respondieron los entrevistados:

1. Presiones o tensiones: 39 por ciento aumentaron; 11 por ciento disminuyeron; 50 por ciento sin cambio.

2. Carga de trabajo: 38 por ciento aumentó; 11 por ciento disminuyó; 51 por ciento sin cambio.

3. Jornadas de trabajo: 32 por ciento aumentaron; 12 por ciento disminuyeron; 57 por ciento sin cambio.

4. Control de gastos: 30 por ciento aumentó; 18 por ciento disminuyó; 52 por ciento sin cambio.

5. Trabajar fines de semana o días festivos: 18 por ciento aumentó; 20 por ciento disminuyó; 62 por ciento reportó sin cambio.

6. Llevar trabajo a casa: 16 por ciento aumentó; 17 por ciento disminuyó; 67 por ciento sin cambio.

7. Capacitación: 15 por ciento aumentó; 25 por ciento disminuyó; 60 por ciento sin cambio.

8. Prestaciones: 9 por ciento aumentó; 37 por ciento disminuyó; 54 por ciento sin cambio.

9. Oportunidades de un mejor puesto: 7 por ciento aumentaron; 44 por ciento disminuyeron; 49 por ciento sin cambio.

Como puede apreciarse, un porcentaje importante de encuestados manifiesta que el trabajo lo agobia más, que trabaja más y que recibe menos capacitación, prestaciones y oportunidades de ascensos. Esto no ocurriría si la economía estuviera creciendo a mayores tasas que las registradas desde enero de 2013.

Los encuestados opinaron sobre las condiciones de empleo en la ciudad donde viven. 52 por ciento dijo que no hay empleos suficientes; otro 52 por ciento aseguró que los trabajos no son bien pagados, 51 por ciento manifestó que no hay buenas condiciones de trabajo; y 50 por ciento que los sueldos y prestaciones no son óptimos.

De nuevo, estas son respuestas que sólo se dan dentro de un clima económico adverso.

Finalmente, 54 por ciento de los entrevistados dijo que ha perdido el empleo o conoce a alguien que lo perdió, y 53 por ciento señaló que busca empleo o conoce a alguien que lo busca. De este 53 por ciento, la mitad expresó que ha invertido menos de tres meses en la búsqueda y la otra mitad que lleva más de tres meses buscándolo.

Los resultados de la encuesta de Ipsos Bimsa corroboran, una vez más, que la realidad de la macroeconomía, tal como ésta es vista por los economistas del gobierno, dista mucho de ser similar a la realidad de la microeconomía que experimentan millones de mexicanos.

Una misma realidad interpretada de dos maneras. La de la macro vs la de la micro.




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