F Bartolomé - Templo Mayor

UNA BUENA: los consejeros electorales de las 17 entidades que tendrán elecciones locales el próximo año no serán elegidos por las legislaturas estatales, donde el criterio aplicado era el de las cuotas partidistas.

UNA MALA: quienes elegirán a los árbitros electorales de esos estados son los consejeros del INE, mismos que llegaron a sus cargos después de ser nombrados por el Congreso con base en ¡las cuotas partidistas!

UNA PEOR: a pesar de los exámenes, entrevistas y revisiones de currículo que les harán a los aspirantes, todo indica que los criterios políticos seguirán imperando por encima de los méritos técnicos y de independencia a la hora de la selección final.








SI ESO OCURRE, al INE le quedará que ni pintada la frase de la novela "El gatopardo" que dice: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".




ENTRE políticos mexiquenses circula un comentario que le hizo Ernesto Zedillo a un ex gobernador del Estado de México durante una cena.

CUANDO trataban el tema de la situación económica del país, el ex presidente le dijo a su interlocutor que, cuando la Secretaría de Hacienda se manejaba desde Los Pinos, siempre había preocupación cuando la economía pasaba por un mal momento.

PERO AHORA, dijo Zedillo, cuando Los Pinos se manejan desde la Secretaría de Hacienda, la situación se puede poner peor.

Y DESDE luego que el comentario ya le llegó a quien le tenía que llegar... y no cayó nada bien.

¡OUCH!




POR MÁS que el dirigente de Encuentro Social, Hugo Éric Flores, niegue que su organización busque ser el partido político de los evangélicos, la terca realidad lo contradice.

AHORA que en el INE están revisando su solicitud de registro, salió a cuento lo ocurrido cuando iban a celebrar una de las asambleas constitutivas en un estado del norte del país.

SEGÚN se supo, uno de los verificadores del ahora desaparecido IFE le notificó al organizador que el local elegido para la reunión no cumplía con las condiciones adecuadas, por lo que tendrían que cambiar de sede o suspender el acto.

Y CUENTAN que la respuesta fue una pregunta: "¿Y ahora qué le voy a decir a mis fieles?". ¿Qué tal?




TAL PARECE que la estrategia mediática de la senadora Alejandra Barrales le salió contraproducente.

HACE unos meses, para publicitar su informe de labores, la perredista mandó poner espectaculares con la leyenda: "No mires mi imagen, mira mi trabajo", en los que, raro entre los políticos, no aparecía su foto.

NOMÁS que ahora ni sus compañeros en el Senado la voltean a ver.

CUENTAN que, por más que pega de brincos y hace ruido para que le hagan caso en la discusión de la reforma a las telecomunicaciones, nadie la toma en serio, a pesar de que preside la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía.

AHORA SÍ QUE ¡le robaron cámara!



Leído en http://www.am.com.mx/opinion/leon/templo-mayor-9573.HTML