martes, 24 de junio de 2014

REFUTANDO A RAMIRO PADILLA ATONDO APROVECHANDO SUS PALABRAS Y SUS VIDEOS.



REFUTANDO A RAMIRO PADILLA ATONDO APROVECHANDO SUS PALABRAS Y SUS VIDEOS.
                                                                           PRIMERA PARTE.
POR TEPOZTECO.
 
Tal y como lo anticipé en un comentario, aunque ya ha pasado tiempo del mismo, le estoy muy agradecido al Sr. Padilla por los dos videos que acompañan a su artículo (El efecto Dresser); no podía haberme proporcionado un recurso mejor para  desmentirlo, adicionalmente, sus palabras nos reflejan perfectamente su personalidad tendenciosa y radical al titular uno de los dos videos como: “Denise Dresser enojada frente al primate David”. En donde, no solamente él exhibe su propia personalidad, sino también la de Denise, al no tener ella ninguna justificación para enojarse en un debate,  en donde fue tratada por su interlocutor  con la consideración requerida para una dama, aunque sí refutándole su punto de vista, a lo cual no está acostumbrada, y ese es el problema pues, en sus artículos, ella critica libremente a quien le place sin recibir, normalmente, ninguna respuesta.
 
Ramiro Padilla inicia su columna muy sorprendido  de que a Denise Dresser le aticen por todos lados y presupone la mano negra de algún personaje poderoso. Desde luego, no especifica quienes le están “atizando”, ni que le dicen, ni quién sería el misterioso personaje (aunque, lo podemos suponer). Yo lo único que yo he sabido al respecto es sobre una carta que le envió a Denise  el vocero  (Jesús Anaya) del coordinador de los diputados priistas (Manlio Flavio Beltrones),  el 1o de abril del presente año, en la cual  le atribuyó, según ella: “animadversiones personales y amargura, como sustitutos de inteligencia, argumentos y pruebas”, provocando que se sintiera “intimidada”.
 
Considero haber demostrado en un escrito anterior, que es verdad lo señalado por el vocero delcoordinador: no existen pruebas, ni de su parte, ni de la de los dos reporteros, autores del artículo mencionado en su columna; tan solo sospechas que, al investigar un poco más sobre el asunto, estuvieron apoyadas en falsedades. Sobre su animadversión personal hacia el diputado Beltrones, no es necesaria mucha especulación, tan solo hay que leer sus columnas, en las cuales, con frecuencia lo menciona  para criticarlo y, sobre su inteligencia, se podrá juzgar con más certeza después de analizar uno de los  dos videos.
 
Entre paréntesis, en relación con el libro “No Accuser, nor Crime, but You’re Guilty”, escrito por Keith Rosenblum, en donde se detallan las falsedades incurridas por los dos reporteros en el artículo en donde acusan a Beltrones de estar inmiscuido con los narcos, al estar ya agotado en Amazon y no existir certeza de cuando lo volvieran a tener en existencia, decidí investigar a su autor. Encontré que radica en Tucson y dirige una asociación de negocios, en la cual, los miembros aportan su curriculum y obtienen y proporcionan empleos. Como una de mis hijas es miembro de la misma, le pedí dirigirse al autor para comprarle su libro.  Su contestación fue que lo enviaría gratis. Hace unos días lo recibí y viene con una dedicatoria a mí, en español:
 
“Ernesto:
El afán que demuestra su hija en encontrar a este libro me honra y sugiere que usted ha hecho un trabajo noble en regalarle al mundo una investigación de primer nivel.”
 
Ese libro contiene una investigación muy completa sobre  las supuestas “evidencias” de la vinculación de Beltrones con el Chapo y una cantidad considerable de opiniones, de gente muy importante, en su defensa. Sería muy largo reproducirlas todas  pero, cuando menos una, en relación con su visa e investigación al respecto, sí es conveniente transcribirla:
 
“I was under enormous pressure to pull Gov. Beltrones’ visa if he was helping traffickers. I put together a working group at the Embassy, consisting of DEA, Customs and everyone else that might have information. We consulted everyone. I read through to all the intelligence reports and they were full of holes. In fact, we learned that the governor had been very helpful to us. As a lawyer, you ask yourself: Would I feel comfortable presenting this evidence to a grand jury? The answer was no. I didn’t have even the minimum amount of evidence. I think it was stupid of the governor to file a lawsuit in Mexico (against the NYT). You can only lose in a pissing match with The New York Times. But we went back and analyzed  everything very carefully and there wasn’t the basis to do anything.
 
Jim Jones
Former Ambassador to Mexico”
 
Espero que, al leerla, el forista que insistió, en varias ocasiones y, a pesar de las evidencias de lo contrario, que a Beltrones le habían cancelado su visa y que no lo habían investigado nuestros poderosos vecinos, quede, por fin, convencido de lo contrario.
 
Adicional a esta opinión, el libro cita 25 más de ex embajadores, empleados de la DEA, directores de periódicos, etc.  Se incluye también la petición del autor  a los dos periodistas que escribieron el artículo de referencia de contestar a  una lista de preguntas; lo cual aceptaron inicialmente pero, al recibir la lista y consultar con los abogados del NYT, se negaron a hacerlo. Seguramente, si Denise Dresser, leyera lo escrito en dicho libro y fuera honesta, se disculparía públicamente de sus  “sospechas”.
 
Como bien dice uno de lo que comentan este caso: “el mencionar un nombre en un artículo puede dañar permanentemente la reputación de una persona”. Como hemos visto, Beltrones ha quedado marcado, hasta la fecha, no importando su inocencia en lo que le atribuyen.
 
Denise Dresser muestra una gran sensibilidad en lo referente a su persona y falta de ella sobre las reacciones recibidas, por ejemplo, por dos destacadas periodistas de investigación (ambas galardonadas, en su oportunidad, con el Premio Nacional de Periodismo de México), cuando se “atrevieron” a sacarle sus “trapitos al sol” a las altas esferas del poder  político de los dos sexenios anteriores, según se detalla en el contenido de varios de sus  libros, en donde describían ampliamente sus corruptelas.
 
 A una de las periodistas,  Anabel Hernández García, un comando le allanó su domicilio y según unos vecinos, se identificaron como del cártel de los Zetas, según otros,  como parte de la Policía Judicial Ministerial. En esa ocasión, afortunadamente, ella no estaba en su casa. Posteriormente, el 3 de mayo del 2011, Anabel manifestó públicamente, en el Canal del Congreso: “Yo quiero denunciar desde esta tribuna que el Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna y su equipo siguen con la orden dada de matarme”. Ana Lilia Pérez, la otra periodista,  se vio obligada a salir de México a raíz de amenazas y persecuciones judiciales insólitas.
 
 Esas sí fueron reacciones violentas y amenazadoras de parte de un gobierno en funciones, no una simple carta, sin embargo, según recuerdo,  no merecieron ninguna queja de Denise en su momento.
De cualquier manera, lo alarmante e indignante no son tanto los acosos, ni las amenazas a los periodistas, lo realmente grave son los asesinatos de los mismos y, cuando menos en este tema, Denise Dresser no debería distorsionar la realidad para fortalecer sus críticas a los gobiernos priistas. Según escribe, en otra de sus columnas: “La violencia contra la prensa aumentó en el 2013. Hubo 330 agresiones contra periodistas, de las cuales cuatro fueron asesinatos en tanto que un reportero permanece desaparecido”
 
Si nos preocupáramos por investigar un poco, aparte de que fueron tres y no cuatro los periodistas asesinados en el 2013, obtendríamos lo siguiente:
 
En los dos sexenios panistas ocurrieron 110 asesinatos de periodistas, de los cuales 28 fueron en el sexenio de Fox y ¡82! en el de Calderón. Adicionalmente, 14 periodistas estaban desaparecidos hasta el 12 de junio del 2012. Por lo que seguramente el gobierno de Calderón, según afirma Leandro Rodríguez Medina, profesor de tiempo de completo de la Universidad de las Américas Puebla, será recordado como “uno de los gobiernos más ineficaces en la protección de periodistas, lo que en gran parte ha puesto a México entre los países más riesgosos del mundo para ejercer la profesión”.
 
Si quisiéramos conocer una comparación con respecto a los gobiernos anteriores, el semanario Zeta en su versión digital, durante 32 años ha documentado uno por uno, todos los homicidios cometidos contra periodistas. De acuerdo con su investigación, sólo tres homicidios contra periodistas fueron cometidos durante la administración de Gustavo Díaz Ordaz; seis, en la gestión de Luis Echeverría; doce, en tiempos de López Portillo; 33, en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado; 46, en el mandato de Salinas de Gortari; 24 cuando gobernó Ernesto Zedillo,  28 en el  sexenio de Vicente Fox y 82 en el de Calderón.
 
 Continúa Ramiro: “Basados en los usos y costumbres del sistema priista la respuesta desmedida a las preguntas de Dresser no significa otra cosa que la reacción de un ego herido”. Afortunadamente, las reacciones de los “usos y costumbres del sistema priista” no se comparan, como hemos visto, con las de sus antecesores en los dos sexenios previos. Adicionalmente, no se trata de “un ego herido”, sino de un legislador calumniado.
 
Sin embargo, Denise logra su objetivo, al convencer a sus lectores que la situación ha empeorado con el nuevo gobierno priista, basta leer el comentario de uno de los participantes de estos foros, a su artículo “No disentir en silencio”, en el cual, entre muchas otras violaciones que relata (consciente de que solo tiene que escribir una lista, tan larga como  se le ocurra, sin necesidad de demostrar nada), acusa al Gobierno actual de estar “acallando al periodismo de investigación”, desde luego, sin morderse la lengua.
 
Escribe el forista:
 
“Estamos sabiendo lo que teníamos, HOY, HOY, HOY que ya lo perdimos.  A pesar de los vómitos de los “dolidos” ante la candidez, güeva, conchudez y belicosidad del valiente, en los pasados 12 años del cambio, no se recuerdan “desapariciones” y ejecuciones de trabajadores de los medios…”. Desde luego, también se requiere ignorancia de parte el lector pero, desgraciadamente, es algo muy común, por consiguiente, Denise siembra en tierra fértil sus falsedades.
 
Denise omite informar de uno de los problemas todavía más dramáticos: la desaparición de personas en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa. Según Amnistía Internacional, entre el 2006 y 2012, se registraron en México más de 26 mil personas como desaparecidas o no localizadas. No fue posible determinar la cifra exacta porque el Gobierno anterior no fue capaz, ni siquiera, de llevar un registro confiable sobre la cantidad de desaparecidos. Lo considero más dramático porque, muchos de ellos, pueden haber sido asesinados.
 
Por más ineficaz que pueda ser el Gobierno actual, no podrá, ni lejanamente acercarse a las dramáticas cifras de periodistas muertos y  personas desaparecidas durante el gobierno de Calderón.
No considero necesario rebatir todo lo escrito por el Sr. Ramiro pero, en alguna de sus partes se divierte mucho y yo también: “Es divertidísimo cuando el senador dice que estudien la reforma energética de Calderón (para que la comparen con la de EPN) ¿Quién chingados la va a estudiar? Ni ellos han estudiado la de EPN. Solo levantan el dedo”.
 
En parte, Ramiro tiene razón, las dos reformas energéticas no las estudian los ciudadanos comunes y corrientes y, para juzgarlas correctamente, se requiere no únicamente conocerlas bien sino, además, entender todo lo relacionado con las mismas y sus posibles repercusiones económicas. De ninguna manera su conocimiento está fuera del alcance de cualquier ciudadano, si es que se propusiera dedicarle el tiempo necesario para su comprensión y consultara las fuentes de información requeridas;  sin embargo, difícilmente habrá quien tenga suficiente interés para hacerlo y eso es, precisamente, lo absurdo de la pretensión del PRD: decidir mediante una Consulta Popular, a puro sentimiento, lo que debe hacerse en relación al petróleo.
 
Pero  Ramiro no se debería divertir tanto, se supone que Denise no es un ciudadano común y corriente, sino una analizadora profesional de la problemática de nuestro país, por consiguiente, si se refiere a las reformas energéticas debiera conocerlas, para poder opinar sobre ellas.
 
Por otro lado, el senador David Penchyna es el presidente de la Comisión de Energía y ha estudiado a fondo las dos propuestas de reforma; estando tan seguro de conocerlas suficientemente bien que, cuando Marcelo Ebrard, tratando de ganar reflectores, retó al Presidente a debatir sobre la Reforma Energética, él aceptó su reto, dejando a su elección el lugar, el día y la hora, recibiendo como única respuesta un sepulcral  silencio.
 
Según Ramiro, estamos ante dos tradiciones encontradas: la intelectual y la política y, a diferencia de los políticos, Denise sí se gana su dinero de una manera decente. Si entre los políticos incluye a los miembros del Congreso, al estarse refiriendo al senador Penchyna, en mi opinión, también se ganan su sueldo decentemente, aunque no estemos muy satisfechos actualmente con su trabajo. Es verdad que, desde hace años, nuestros legisladores no tienen entre sus atributos el ser intelectuales pero, esa no es una regla; si nos pusiéramos a repasar nuestra historia, sí han existido legisladores con cualidades excepcionales en algunos de los congresos anteriores; el mejor ejemplo lo tuvimos en el Congreso Constituyente de 1856 (que elaboró la Constitución de 1857),considerado hasta la fecha como el mejor;  integrado por varios legisladores muy destacados, entre ellos: Ponciano Arriaga,  José María Mata, Guillermo Prieto, Valentín Gómez Farías, Santos Degollado y algunos otros .

Varios de ellos reunían los atributos de: políticos, intelectuales y patriotas (cualidad ya muy escasa).  De cualquier manera la labor del Poder Legislativo es indispensable para promulgar las leyes que se adapten a nuestro desarrollo, y sí podemos estar orgullosos de algunos de sus miembros anteriores
El libro recomendado por Denise:  Why nations fail?, efectivamente,  debe ser muy bueno pues, también lo recomiendan quienes lo han leído y es muy barato, en Amazon cuesta  9.60 dólares, más gastos de envío. Pienso adquirirlo pero,  no el libro escrito por Denise, sinceramente,  no creo que obtendría ningún provecho.
 
Dejaré para una segunda parte el análisis de los dos videos y quedo en espera de sus comentarios, al ser mi principal intensión el promoverlos en este foro.

 

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