lunes, 28 de julio de 2014

Eduardo Ruiz Healy - Izquierda hipócrita y absurda

Desde el pasado viernes, los izquierdistas moderados y extremos han actuado hipócritamente en todo lo que tiene que ver con los pasivos laborales de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, los cuales serán absorbidos por el gobierno federal una vez que entren en vigor las reformas hechas por el Congreso a las leyes Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, y General de Deuda Pública.

Digo que hipócritamente porque perredistas, morenos y sus respectivas chiquilladas saben muy bien que dichos pasivos han sido siempre, de alguna manera u otra, responsabilidad del gobierno federal en vista de que ambas paraestatales son propiedad del mismo. No vale, por eso, criticar que el gobierno los absorba.








Y saben que ambos pasivos llegaron a las dimensiones que ahora tienen porque los gobiernos priístas y panistas que antecedieron al de Enrique Peña Nieto no hicieron nada para corregir la situación, como nada hubiera hecho para corregirla un gobierno encabezado por el entonces perredista Andrés Manuel López Obrador, quien es el defensor a ultranza de que las cosas sigan igual en Pemex, la CFE y todo el sector energético del país.


Desde el sexenio de Lázaro Cárdenas hasta el actual, los trabajadores de Pemex han sido unos verdaderos consentidos del sistema, como lo han sido los de la CFE desde el de Adolfo López Mateos. Desde marzo de 1938 hasta diciembre de 2012 los que gobernaron nuestro país defendieron los intereses de los líderes sindicales del sector energético por encima de los de la nación y sus habitantes. Y todo para asegurarse de que estos líderes le sirvieran fielmente.

En mayo pasado, gracias a las leyes vigentes y el contrato ley que rige las relaciones entre Pemex y el sindicato que siempre han encabezado mexicanos corruptos, el pasivo laboral de la paraestatal era de $1,153,301,000,000 (Un billón 153,301 millones de pesos), 3.0% más que en marzo. Por las mismas causas, el de la CFE llega a aproximadamente 500,000 millones. En total, poco más de 2 billones de pesos que deberemos pagar los mexicanos de hoy, mañana y pasado mañana.

De acuerdo a la legislación que quedará definitivamente aprobada por el Congreso en los próximos días, tanto Pemex como la CFE deberán revisar los contratos ley que rigen sus relaciones con sus respectivos trabajadores con el objeto de que sean éstos, tal como lo hacen los demás mexicanos, quienes financien el mayor porcentaje de sus fondos de retiro.

Ante esto, ¿qué dicen los de la izquierda? Pues que hay que respetar los actuales contratos ley porque cambiarlos sería dar un paso atrás en una gran conquista de los trabajadores petroleros y electricistas. Es decir, no hay que hacer nada, mantener todo como está.

La hipocresía de la izquierda mexicana no tiene límite, como tampoco la tiene su capacidad de ser absurda.




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