martes, 12 de agosto de 2014

Eduardo Ruiz Healy - El escándalo de esta semana

Los escándalos protagonizados por la crema y nata de nuestra clase política se dan cada semana.

El 16 de julio el mundo se horrorizó al conocer el infierno que durante décadas fue la casa hogar La Gran Familia, de Zamora Michoacán. Para colmo y en lo que solo puede ser visto como una actitud de desprecio hacia las miles de víctimas de quienes dirigían ese lugar, el expresidente Vicente Fox, su esposa Martha y unos intelectuales despistados defendieron a Rosa del Carmen Verduzco, la indefendible fundadora y directora de La Gran Familia.

Dos semanas después, el 29 de julio, se hizo público el video en donde aparece Rodrigo “El Gerber” Vallejo, hijo del ex gobernador priísta de Michoacán, Fausto Vallejo, bebiendo cervezas y proponiéndole negocios al temido y no localizable jefe del cártel de los Caballeros Templarios, Servando “La Tuta” Gómez.








Exactamente hace una semana, el lunes 4 de agosto, el periódico defeño El Universal reportó que “Sandra Ortega Rivas, ex delegada del ISSSTE en la Zona Norte del Distrito Federal, cercana ex colaboradora de Miguel Ángel Yunes Linares en el ISSSTE y con quien se le vincula sentimentalmente, realizó compras millonarias de departamentos y una casa en esta capital”.
Y ayer, por cortesía de un video difundido por el diario defeño Reporte Índigo, asistimos a la fiesta que en enero pasado disfrutaron en una mansión de Puerto Vallarta varios diputados del PAN que alegres bailaron, bebieron y quién sabe qué más hicieron con chicas que, de acuerdo al diario, son “bailarinas de table dance”.


En el video aparecen el coordinador de la fracción panista, el guanajuatense Luis Alberto Villarreal, bailando muy pegadito con una de las bailarinas; el vicecoordinador de la fracción, Jorge Iván Villalobos Seáñez, oriundo de Chihuahua pero diputado plurinominal por Sinaloa; el nuevoleonés Martín López Cisneros; el sonorense Máximo Othón Zayas; el secretario técnico de la fracción panista, José Alfredo Labastida Cuadra; y el coordinación de Enlace Parlamentario del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, ex senador, ex diputado y ex presidente municipal de San Luis Potosí, Alejandro Zapata Perogordo.

La mansión donde se realizó la fiesta se renta en 3,000 dólares diarios y la chicas que acompañaron a los pachangueros panistas supuestamente son teiboleras del Taboo y del Candy’s. Todo permite suponer que mansión, bailarinas, bebidas, comida, músicos y hasta los condones que son mencionados en el video fueron pagados con recursos públicos.

Todos los que la pasaron tan bien en esa mansión son miembros distinguidos del partido que durante décadas se ha presentado como el de la gente decente, católica y guadalupana, el partido que defiende los valores tradicionales y se opone al matrimonio gay, al aborto y a la adopción de niños por parejas del mismo sexo.

Todos los protagonistas del escándalo de esta semana pertenecen al equipo que comanda Gustavo Madero, el presidente nacional del PAN, quien ayer aseguró por medio de un mensaje difundido a través de su cuenta de Twitter (@GustavoMadero) que “Los comportamientos particulares de nuestros militantes no podrán pasar sin consecuencias cuando afecten la imagen y vida de nuestro partido”.

¿Cuáles serán las consecuencias para Villarreal García, Villalobos Seáñez, López Cisneros, Othón Zayas, Labastida Cuadra y Zapata Perogordo, quienes por su comportamiento han afectado la imagen y vida del PAN? ¿Para empezar, será destituido Villarreal García como coordinador de los panistas en la Cámara de Diputados?
 



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