jueves, 3 de noviembre de 2011

Detenidos y reclusos Héctor Aguilar Camín


Hace una semana pregunté aquí dónde estaban los más de 94 mil detenidos en los años de gobierno del presidente Calderón, cuando, cotejados con las cifras de su 5 Informe de gobierno, había sólo un aumento de 14 mil presos en las cárceles.
Ayudado por precisiones que hizo Otto Granados, dije que había tres explicaciones posibles de la discrepancia de las cifras. O los números estaban mal, o no se incluían en las cifras los presos federales que están en prisiones estatales o los detenidos habían sido liberados antes de entrar a prisión.
Leo en el diario Crónica una explicación del abogado Humberto Castillejos, planteando una “cuarta opción”, que es la siguiente:
Se reporta como “detenidos por delitos contra la salud” a todos los relacionados con posesión de narcóticos, incluso los que los llevan para su estricto consumo personal, lo cual está permitido por la ley.
Los así detenidos son puestos en libertad más o menos automáticamente, decisión legalmente incuestionable que, sin embargo, en la estadística así pasa a los informes oficiales, los cuales se esgrimen luego como indicadores de eficacia en la aplicación de la ley.
En un “gran número”, escribe el abogado Castillejos, los detenidos son sólo adictos o narcomenudistasacusados mal, poco sólidamente, por quienes los detienen. En el mismo anexo correspondiente del 5 Informe presidencial, dice Castillejos, está la respuesta:
“Estos datos”, dice el anexo, “difieren de los consignados en el concepto de Detenidos del cuadro Esfuerzo Nacional en la Lucha contra el Narcotráfico, debido a que en la mayor parte de las legislaciones de los estados y municipios, los detenidos por narcomenudeo se consideran básicamente adictos, pero no narcotraficantes”.
Precisa el abogado Castillejos que “quien redactó el pie de página desconoce el derecho mexicano porque los delitos contra la salud están en leyes federales y no ‘estatales o municipales’”.
La pregunta entonces, termina Castillejos, es qué estamos haciendo con los liberados que son adictos o que poseen drogas con fines de consumo.
No hay respuesta para eso, al parecer, pero al menos queda aclarado el enigma de los muchos detenidos y los pocos presos. La otra pregunta es quiénes están presos. Entiendo que un alto porcentaje es de gente que está sujeta a proceso, es decir, no sentenciada, no declarada culpable todavía, pero ya purgando la pena

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