La muerte de dos jóvenes normalistas de Ayotzinapa motivó la marcha de ayer en la Ciudad de México, pero sigue suscitando gran interés el problema de las escuelas rurales.
A propósito de la opinión de Patricia Segovia (ayer aquí), el ingeniero Gonzalo Tapia cuenta: “En Hidalgo padecimos por muchos años el que los estudiantes de El Mexe, más que prepararse para educar, se volvían especialistas en cerrar carreteras y organizar mítines políticos”. Y siempre exigen plazas, “pese a que pasaban la mayor parte de su tiempo fuera de las aulas”.
Le parece injusto: “En mi caso, para acceder a una plaza en el gobierno me fue necesario terminar Ingeniería Química (4.5 años), una maestría en Ciencias (2) y, claro, aprender a trabajar”.
El Mexe, cuenta, dejó de ser internado, se acabaron los abusos “y al parecer los alumnos se están dedicando a estudiar. Es una muestra de lo que el gobierno federal debiera hacer con ese tipo de centros y que se pueda impartir de verdad educación a los mexicanos más pobres”.
Relax: El asalto… vuelve hasta el lunes 9 de enero. Muchas felicidades.
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