sábado, 23 de junio de 2012

Rafael Álvarez Cordero - Eres lo que comes


Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento.

Rafael Álvarez Cordero

KUWAIT, Kuwait.- Mi querido viejo: estoy aquí en un viaje relámpago para visitar uno de los mejores institutos de diabetes del mundo: el Instituto Dosman de Kuwait, que ha sido catalogado como ejemplo por la Organización Mundial de la Salud.
Como tú sabes, querido viejo, la diabetes mellitus, diabetes azucarada, es la enfermedad más grave del siglo XXI; las cifras de enfermos de diabetes suben cada año. Hay más de 300 millones de diabéticos en el mundo y más de ocho millones de México, y lo que es terrible, las consecuencias de la diabetes, cuando no es atendida adecuadamente son terribles: infartos del corazón, infartos del cerebro, ceguera, lesiones en piernas que ameritan amputación, insuficiencia renal que amerita diálisis cada tercer día, y una muerte lenta y dolorosa para millones de seres.
Pero lo peor es que la diabetes, que se suponía era enfermedad de adultos, se observa cada vez más en niños, y el porvenir de estos niños es muy negro, por eso el enfoque de los institutos de diabetes es la protección y educación de los niños.
Así se tiene en Kuwait, entre muchos otros programas, el llamado DAFNE, Dose Adjustment For Normal Eating (Ajuste a las dosis para la alimentación normal), que pretende nunca dar dietas ni hablar de prohibiciones, sino educar a niños y adultos para que aprendan y sepan comer sanamente, y eviten, entre otras enfermedades, la terrible diabetes.
¿Y por qué te digo esto yo, querido viejo?, porque los viejos debemos también ajustar nuestra alimentación para que sea sana, sabrosa y que nos permita disfrutar más cada día que la vida nos regala.
¿Cómo comes ahora?, ¿igual que cuando tenías 30 años?, ¿has limitado tu alimentación porque los dientes no están bien?, ¿la has limitado porque te caen mal las verduras, o los quesos o la leche, etc, etc, etc?, ¿la has limitado porque tienes mala digestión?, ¿tienes miedo de comer?, o ¿comes mal porque tus seres queridos te preparan sólo chopitas?
Desde hace siglos el gran Hipócrates dijo la frase que está al principio de este artículo: Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento, o sea, si aprendemos a comer como es debido, eso será mejor que todas las medicinas del mundo.
Y esto me lleva a preguntar, si estás tomando medicinas, ¿sabes si alguna altera el estómago o tiene efectos sobre tu apetito y las ganas de comer?, ¿sabes si al tomar tal o cual medicamento se cruza con tu digestión?; eso es importante y debes preguntar a tu médico, porque nosotros los médicos somos muy dados a recetar y recetar, sin medir las consecuencias indeseables de algunos medicamentos.
Somos lo que comemos, y si en estos años viejos comemos bien, sano, sabroso, equilibrado, seremos más sanos, más sabrosos y más equilibrados, y si tenemos limitaciones al comer, por cualquier causa, debemos encontrar la solución: arreglar los dientes, comer lentamente y disfrutar los alimentos, tomar sólo los medicamentos indispensables, pero sobre todo, lo más importante es buscar que cada día el desayuno, la comida y la cena sean gratos y causen placer, y recuerda lo que decía el Quijote: desayunar como reyes, comer como caballeros y cenar como pordioseros, y en pleno siglo XXI esto es una gran verdad.
                Médico y escritor
                raalvare2009@hotmail.com
                 http://www.bienydebuenas.com.mx
2012-06-23 00:00:00

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