Ricardo Alemán |
Contra Peña Nieto, inicia la vengativa resistencia civil | Uno de los objetivos es destruir al partido madre; al PRD
Pocos conocen el programa de “resistencia civil” que hoy –en el zócalo–, anunciará el derrotado candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador.
Pero no hace falta tratar de adivinar o especular sobre las acciones que –a mano alzada, al más puro estilo de la antidemocracia fascista–, anunciará el mesías para repudiar el triunfo de Enrique Peña Nieto. ¿Por qué?
Porque lo que todos saben --y nadie duda–, es que el dos veces candidato presidencial va por la venganza contra todos aquellos que le habrían impedido ser presidente; vendettas ensayadas a lo largo de toda su carrera político electoral. Y la venganza alcanzará a la propia izquierda, ya que AMLO no sólo apuesta a la fractura de ese sector social, sino a la destrucción del PRD, el cual será sustituido por Morena. Y si tienen dudas, vamos por partes.
HISTORIA VIEJA
Todos saben que López Obrador intentó ser gobernador de Tabasco en dos ocasiones; en 1988 y 1994. En el primer caso fue derrotado por Salvador Neme Castillo y, en el segundo, por Roberto Madrazo Pintado. En los dos casos, la reacción de AMLO fue el grito de fraude y, también en las dos ocasiones, emprendió una locuaz resistencia civil que –al final de cuentas–, le rindió jugosos frutos; se convirtió en el líder social más importante de las últimas décadas. Y claro, obtuvo miles de millones de pesos para empujar sus proyectos de poder.
Y es que luego de haber sido derrotado electoralmente en 1988 y 1994, emprendió sendos “éxodos por la democracia”, que terminaron en manifestaciones y plantones en el zócalo del DF, de donde se retiró luego que por instrucciones de Carlos Salinas, el gobierno de Manuel Camacho, le regalaba cantidades millonarias del dinero público.
Uno de esos chantajes lo documentamos en el Itinerario Político del 29 de octubre de 2008, en donde ofrecimos la evidencia de que Manuel Camacho reconoció haber entregado a AMLO la nada despreciable cantidad de nueve mil millones de pesos, por retirarse del zócalo.
Pero además, vale recordar que los dos adversarios de AMLO en Tabasco –Roberto Madrazo y Salvado Neme–, fueron determinantes en las derrotas presidenciales de López Obrador. Todos saben que en 2006, el candidato presidencial del PRI era el tabasqueño Roberto Madrazo.
Pero lo que pocos saben es que una vez que Madrazo confirmó que no le alcanzaba para ganar la elección presidencial, hizo todo lo necesario para catalizar la derrota de AMLO. ¿Y cómo lo consiguió? Fácil, favoreció la alianza de no pocos gobiernos del PRI con el PAN de Calderón. En otras palabras, que la venganza que lanzó AMLO contra Madrazo luego de la elección de Tabasco de 1994, debió pagarla en la presidencial de 2006.
Además, en 2012, uno de los “hombres de Peña Nieto” fue nada menos que Benito Neme Sastre, hijo de Salvador Neme Castillo, quien derrotó a AMLO en 1988. Bueno, pues Neme Sastre resultó clave en las estratagemas que desarrolló Peña Nieto contra AMLO. En otras palabras, que a la vuelta del tiempo, AMLO pagó caras las venganzas electorales tabasqueñas. Y el pago fue la derrota presidencial.
HISTORIAS NUEVAS
Pero sin duda están frescas en la memoria colectiva las venganzas que emprendió López Obrador luego de la elección presidencial de 2006. Y esas vendettas van mucho más allá de la grotesca protesta, en el zócalo, como presidente legítimo; ceremonia que lo hizo aparecer como locuaz que, incluso, obligaba a sus colaboradores a que lo llamaran “presidente”.
En realidad las venganzas de AMLO las conocimos y padecimos todos. Basta recordar la grosera, ilegal y delirante toma del zócalo a Reforma, la persecución física del entonces presidente electo y el bloqueo de todas las iniciativas del presidente constitucional, y las regresivas reformas electorales que aprobaron PRI, PAN y PRD.
Todo eso sin contar con el inconstitucional descabezamiento del IFE –que de manera ilegal dejó fuera a Luis Carlos Ugalde–, además de que, por meses, no se nombraron dos consejeros
del propio IFE, lo que significó una flagrante violación constitucional de todos los partidos. ¿Y quién dijo algo? Calladitos se ven más bonitos.
Lo curioso es que, a pesar de que las reformas electorales de 2007 se hicieron a modo para satisfacer los chantajes de AMLO, quien fue derrotado en la presidencial de 2012, no por el PAN, sino por el PRI de Peña Nieto, lo que resultó más humillante.
LA NUEVA VENDETTA
Pero la venganza de hoy ya está en marcha. Y sólo basta ver a los leales de AMLO, como Martí Batres, que sedientos de venganza presentaron una delirante iniciativa para prohibir el uso de encuestas en tiempos electorales. Se trata, sin duda, de una muestra del atraso de la izquierda radical mexicana que, con sus acciones delirantes, se aproxima cada vez más al radicalismo de la derecha fascista.
Suponen Batres y los suyos que “muerto el perro se acaba la rabia” cuando en realidad lo que debe incluir una reforma en materia de encuestas es, simple y sencillamente, que las encuestadoras perfeccionen metodologías y sistemas de medición. Pero también aparecieron los “vengadores del uso perverso de los medios en tiempos electorales”; enemigos a muerte de las televisoras –como Javier Corral–, que se adelantaron al PRI y que presentaron una reforma para regular la publicidad oficial en medios. En este caso también es evidente el fuerte tufo vengativo de una reforma que pretende acabar –mediante la excesiva reglamentación–, con un problema que está en la cultura corrupta de políticos y concesionarios.
Pero la venganza va más allá. El gobierno del DF ha dado muestras claras de que no moverá un dedo contra los delincuentes que atentan contra trabajadores de algunos medios. Y el caso más reciente es el de un reportero vial de Televisa, agredido por una turba estudiantil –de los cuales han sido identificado por lo menos 12 agresores–, mientras en el GDF nadie sabe y nadie vio.
EL VENGADOR
Hoy AMLO lanzará amenazas a diestra y siniestra, con el garrote de la resistencia civil. Pero una hará que las instituciones se pongan a temblar. Y es que anunciará que su Morena será partido político. Y ay de aquel servidor público que no lo complazca con la aprobación del registro de Morena. Lo curioso es que AMLO va por la destrucción del PRD, mientras que los Chuchos lo aplauden. Al tiempo.
EN EL CAMINO
Los priistas Manlio Fabio Beltrones y Jesús Murillo cometieron un notable acierto al llevar a Óscar Argüelles como titular de la Comunicación Social de la Cámara de Diputados, acaso uno de los más experimentados en la materia. Empiezan bien en San Lázaro. Las señales no son buenas en el Senado. ¡Y es que hay de políticos a políticos!
twitter: @Ricardo Aleman Mx |www.ricardoaleman.com.mx
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