miércoles, 10 de octubre de 2012

Sergio Aguayo - El orivismo

Sergio Aguayo
Después de una larga reunión, la dirigencia del partido "dispensó" a Orive y consideró "innecesario" sancionarlo o expulsarlo

Hay dirigentes en la izquierda que ni entienden los cambios que ha vivido México ni asumen las responsabilidades de segunda fuerza política nacional. Sustento el dicho con la disección de un voto de Adolfo Orive, Diputado del Partido del Trabajo (PT).

El desempate. El 27 de septiembre se discutía en una Comisión de San Lázaro el artículo 371 de la reforma laboral. De aprobarse, los diputados hubieran tenido que discutir en el Pleno la forma en cómo se elige a los líderes sindicales y en cómo manejan éstos las cuotas. El PAN y los partidos de izquierda estaban a favor de la democracia y la transparencia; el PRI y el Verde en contra. El empate a catorce votos se deshizo cuando Orive dio su voto al tricolor. Ganó el PRI y murió en la Cámara esa parte de la reforma.



Palabra de Diputado. Orive defendió con gallardía su voto. Lo hice, declaró o escribió, porque está en juego la autonomía de los sindicatos; porque la parte sobre democracia sindical es la "fachada [usada por] la reforma laboral para legitimarse"; porque "yo sé lo qué es la democracia desde abajo [...] llevo 54 años luchando"; porque prefiero "sindicatos charros" a "sindicatos blancos"; y porque "lo que necesitamos es ayudar a los trabajadores para que tengan conciencia y puedan democratizar a sus sindicatos". Con estas tesis refutó a quienes lo acusaban de "traidor". No convenció a un dirigente del PT, Herón Escobar, quien exigió su expulsión y el tema fue discutido por la Comisión Ejecutiva del PT.

Las razones del PT. Después de una larga reunión, la dirigencia del partido "dispensó" a Orive y consideró "innecesario" sancionarlo o expulsarlo. Justificaron tanta benevolencia en que el Diputado "jamás recibió dinero a cambio de su voto"; que "estuvo de principio a fin en la votación [en el Pleno], a diferencia de un grupo de cuarenta y tantos diputados del PRD que se salieron"; y que rectificó el mismo día con un oficio donde corregía su voto. Revisé el mentado oficio y ni dice lo que ellos aseguran ni hubiera tenido ningún efecto.

Las consecuencias. Orive impidió que en el Pleno de la Cámara se discutieran la democracia y la transparencia sindical y con ello tal vez evitó que el PRI y el Verde hicieran algunas concesiones en ese terreno. La izquierda volvió a mostrar su fragilidad en momentos cruciales.

El sainete del Diputado petista y de su partido forma parte de un patrón bien conocido. En diciembre de 2005 los diputados de la izquierda en la Cámara baja aprobaron por unanimidad la Ley Televisa y algunos de ellos después reconocieron que ni siquiera habían leído el documento. En la legislatura que acaba de terminar, el PRD presidió la Comisión de Derechos Humanos del Senado que brilló por su inoperancia e ineficacia.

Sin descontar posibles corrupciones, en esos y otros yerros se manifiesta el desorden, el descuido o la falta de preparación y congruencia de algunos legisladores. Para seguir con el tema, Orive empezó en el maoísmo, deambuló por grupos priistas tan disímbolos como el salinismo y el zedillismo y desde 2009 es legislador por el PT. En su zigzagueante biografía política su principal mérito para ser Diputado federal es haber sido profesor de Alberto Anaya, líder histórico del PT. ¿Es la cuota del amigo, pariente o compadre?

En los casos mencionados hay responsabilidades individuales. Pese a ello, los protagonistas de los desaguisados jamás reconocen su equivocación ni piden una disculpa a sus electores. Los partidos tienen comisiones que se encargan de preservar el honor y la ética, pero rara vez castigan por la cultura de impunidad y porque son poco frecuentes las denuncias bien documentadas y fundamentadas.

Para salirse con la suya recurren al silencio, al carpetazo burocrático o a relamidas excusas. Por lo general acusan a los medios de "golpear" siguiendo consignas inconfensables. En este asunto la evidencia es incontrovertible: Orive y el PT han brindado un recital de frivolidad y arrogancia para sacudirse la responsabilidad de ser cómplices del autoritarismo, la opacidad y la corrupción sindicales. Sustituyen sus incongruencias e ineficacia con una grandilocuencia de ínfima calidad que agrede la dialéctica, la historia y la decencia. Es el orivismo.

La miscelánea

La muerte galopa desbocada segando vidas inocentes por todo el país. Alberto López Sánchez tenía 24 años y cursaba una maestría en ingeniería biomédica. También amaba el futbol. La semana pasada fue asesinado cuando lo asaltaron en una de las zonas peligrosas de la capital: Iztacalco. Su familia exige justicia y su única hermana, Claudia López, está decidida a combatir las causas profundas de la violencia. ¿Seguirá ese camino el ex Gobernador Humberto Moreira al cual le asesinaron un hijo o se conformará con la solución individual?

Con información de Reforma, La Jornada, ADN Político, Notimex, Milenio, SDPNoticias.com, La Crónica y el Partido del Trabajo que también proporcionó información.

Comentarios: www.sergioaguayo.org;

Twitter: @sergioaguayo; Facebook: SergioAguayoQuezada

Colaboró Paulina Arriaga Carrasco

Leído en: http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104
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